Ayer mamá me dijo que la liebre que esta sobre mi cuna tenía un secreto. Es verdad que estaba sentada mas tiesa y como haciéndose la importante... Yo no paraba de mirarla pero no descubría nada y ella tampoco parecía dispuesta a contármelo. Mi liebre se llama Rafael y suele ser muy tímida. Normalmente cuelga del pomo de mi armario y a veces jugamos juntas. Pero ayer ella estaba a lo suyo. Me fijé bien en lo que mama me dijo y era cierto, tenia un aire misterioso.
Antes de nada debo deciros que hace unos días llego el calor. Yo no conseguía dormirme con el pijama de invierno y el saco y no paraba de canturrear. Me parece que papa y mama tampoco podían dormirse por culpa mía, pero eso no lo se seguro porque no me han dicho nada. Lo cierto es, que hace tres días estrene un pijama nuevo. ¡Pero uno especial! en lugar de tener todo pegado, este tiene jersey y pantalón y me quedan los pies al aire que me hace mucha gracia. Esto os lo cuento porque todo tiene que ver con el secreto de la liebre. Ayer, cuando me iba a acostar, mama puso a Rafael en el cambiador. Vi que me miraba divertido, pero no quiso estropear la sorpresa. Entonces mama le dio la vuelta y me pidió que le bajara la cremallera de la espalda. ¿Y a que nunca adivinareis que encontré allí?, ¡pues era mi pijama nuevo! ¡Ese era el secreto de Rafael ! estaba escondiendo mi pijama y yo no me había dado cuenta. Nos reímos mucho los dos. Me dormí muy rápido y muy contenta de que mi liebre trabaje guardando mi pijama nuevo.
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