sábado, 25 de marzo de 2017

El valor de la vida

Casi no me lo creo, pero me ha devuelto las palabras Leonardo Di Caprio. Bueno, él no, más bien una película suya "Diamantes de sangre". Creo que no está de más decir que yo a este gran actor no lo soporto. Su demagogia en cada una de sus manifestaciones publicas, y su más que notable falta de coherencia entre lo que dice y lo que hace, lo convierten en mi cabeza en el perfecto heredero de la "diarrea mental" de la Señora o Señorita Fonda. Pero esta película me toca, me toca tanto que me olvido de que no lo aguanto y siempre que la veo pienso: "Es el mejor actor de su generación" y luego "¿por esta no le dieron el Óscar?". Hoy mientras la volvía a ver (en VO para no perderme su perfecto acento sudafricano), me hizo recordar porque soy como soy y en lo que creo: que no es poco.

lunes, 20 de marzo de 2017

Desesperanza

Aquellas personas que os asomáis a este blog de cuando en cuando, os habréis percatado de que llevo un tiempo sin escribir. Lo cierto es que no me apetecía hacerlo. Aun ahora, mientras escribo este post, me cuesta hacerlo. Tengo un poco perdido el don de la palabra, o por mejor decir, en realidad no me apetece usarlo. Siento que nada de lo que digo o hago sirve para mucho últimamente.
Por resumir digamos que el ultimo año ha sido para mi un conjunto de decepciones difíciles de soportar. Supongo que la capacidad humana para sobrellevar la cruz tiene un limite, y hasta Jesucristo necesito ayuda del Cireneo para llevar la suya. Tiempo de cuaresma que se me antoja infinito.
Hay veces que uno se cansa de nadar, de moverse para nada, de escribir...