viernes, 23 de octubre de 2020

Poca gracia tengo

 …Pues eso, que con poca gracia estoy. Ya no estaba la cosa para mucho, por diversas razones, y de pronto nos enclaustran de nuevo. Esto del coronavirus es una espada de Damocles. Uno sabe que no tiene nada, pero con cada tos, con cada estornudo que antes era descartado por normal, ahora se hace mil cábalas. No ayuda haber sido siempre un poco hipocondriaca, o miedosa sin más. Tampoco que el otro día me haya dicho mi marido que era una persona de mediana edad. Me puse a contar, y ciertamente ya he vivido lo mío, y sin embargo aun no he conseguido nada en particular. Me miro la temperatura y nada, pero me toco rara, me parece que me late mucho el corazón, o quizás poco... 

  Me dicen en mi centro de salud que para cuando me llegue a mi el turno de vacunarme de la gripe, igual ya no tienen vacunas. Por supuesto en las farmacias no pueden comprarse. Yo me vacunaba todos los años al ser alérgica, y ahora al vivir en la Esprusia comunista na de na. No quiero pensar como voy a hacer para conseguir una vacuna de la Covid, y claro, yo quiero la de Trump no la que hayan comprado estos, que igual es la de Putin.

  Como no era bastante con todo lo demás, el circo político continua, y con él, la continua sensación de vivir en una realidad paralela, cada vez más "lela" y menos "realidad". La abstrusa sin estudios de turno resulta que da una magnifica replica, el envidioso cobarde que vende a los amigos da un esplendido discurso, y el único con agallas resulta que es lo peor. Una pena todo. 

  Y yo sin ticket para cualquier otro sitio. 

  Veo un vídeo de Nadal en su academia, otro de Nadal hablando con Federer, me pongo la lista de hits de Eurovisión, y sigo sin animarme. Medito, leo, paseo, escribo y nada. 

   A veces me pregunto ¿en que mundo viven los políticos? Porque en el de los demás no puede ser. Ellos viven en sus películas. Se han visto todos esas mierdas de series por cable; Juego de tronos, Borgen, y creen que la vida es eso. 

  Nos habla Sánchez de Bergoglio. Con eso ya termino la frase, porque con eso todo queda dicho. 

  Yo solía leer muchos libros de distopias, la verdad es que hace tiempo que creo vivir en una. En algún momento, alguien cambió algo y desde ahí vamos torciéndonos. Sino no se explica lo de la OMS. Lo de estos jetas, (por ser suave y no entrar en profundidades),  no se explica en general pero lo de ponernos a bailar el "We are family" ya no tiene un pase. Yo es que ya no doy de mi. Media humanidad palmando del virus, de hambre, o de miedo y estos mangutas quieren que nos pongamos a canturrear. Pero estamos locos, ¿o que? ¿Qué somos? ¿Pitufos? Y ya que estamos ¿no había otro tema? No se, el Insieme de toto Cutugno que es una preciosidad.

  Lo de Trump no pinta bien. El hombre no ayuda mucho. Es como es, y eso no puede cambiarse, pero a veces, uno desearía que fuese un poquito menos él, y un poco más como Reagan. No lo se, que se le pegara algo del modo callado de Bush. Lo cierto es que parece que va a ganar el gran fabulador Biden, y nada, ya todos nos quedaremos sin Happy Ending, porque vienen curvas. 

  No quiero reírme, pero como dice que la medicina Cubana es fantástica, voy a ver como pagan sus: consultas, casas, coches y créditos los médicos Americanos. Creo que no han leído el programa de esta gente, y que no han sumado lo que significa "seguridad social" y otros detalles. 

  Pues nada, a rezar a Dios y a esperar tiempos mejores.








  

Mi semana (Audrey)

Estoy en cuarentena. Una niña de mi casa cogió el coronavirus y nos han hecho a todos quedarnos si clase. Al principio me pareció bien; lo de no ir al cole siempre me gusta. Pero luego dejó de parecerme buena idea. No solo no voy al cole, tampoco puedo entrenar, y mucho menos salir de casa. Además, eso es lo bueno, no me pasa nada y me encuentro bien, pero me aburro mucho a ratos. Dice mamá que me sobre energía, y a ella parece que le falta.

Me hicieron las pruebas esas del Covid. Te meten un bastón por la nariz y es un asco, porque le ponen un liquido naranja que pica, y encima te hace daño porque empujan hasta el cerebro. La cosa es que como hay poco personal, y mucha gente haciéndose test, ahora van a tardar más de lo esperado. Tenía que volver al cole la semana que viene, y parece ser que no. Al final se juntará con otro confinamiento general y no voy a salir de casa hasta el 2021. Me desmoraliza un poco el tema.

Alguno de mis profes me ha dado clase virtual, en realidad solo dos de ellos. Así que he visto a mis compañeros y nos hemos reído un rato: gritan mucho, eso sí.

Tengo un disfraz nuevo de pirata. Eso me anima un poco, porque cuando uno va de pirata todo parece mejor. Solo espero que para Halloween pueda hacer mi merienda familiar de siempre.

Ayer le pedí a Dios que el test me diera negativo para poder salir lo antes posible, y también le pedí otra cosa que es un secreto nuestro: a ver si se cumple.