viernes, 25 de mayo de 2018

Mi semana (Audrey)

 Esta semana no está siendo muy buena. Me han invitado, eso sí, a dos cumpleaños, pero estoy hasta el moño del colegio. Los niños son tontos y dicen tonterías. Esta semana mi profesor ha dicho que Netta estaba un poco loca, y no lo está. Es divertida y diferente. Menos mal que la profesora de música dijo que la canción de España era un rollazo, porque lo era. 

  Tengo ganas de que llegue el finde para ir a nadar. Es lo que más me gusta hacer y se me pasa muy rápido la clase. Soy como un tiburón de rápida. 

   Hoy estrene los pantalones cortos del uniforme para gimnasia. Por fin parece que llega el calor, aunque no mucho, pero me hace ilusión porque veo más cerca el verano. Por fin podré ir a la playa a coger conchas y jugar a lo que quiera. Este año no vamos de vacaciones pero no importa porque mi ciudad es muy divertida. 

   En baile estamos preparando la función de fin de curso. Creo que lo hago bien, mejoré mucho dice la profesora. Por lo menos ahora paso menos vergüenza al hacerlo, y además tengo compañeras simpáticas. No como en clase, que hay una que me amenaza con que su hermano va a pegarme.

   En cuanto pase la función me ha dicho mamá que va a cortarme el pelo un poco, me lo ha dejado largo para el moño de baile, pero tengo ganas de cortarlo un poco para el verano. Además tengo unas gafas de sol nuevas que estoy deseando estrenar. Pero aquí lo del sol parece que esta difícil.

El lamento de la trompeta

 Hubiera deseado titular este post: "Balada triste de trompeta" pero ese ya lo escogió en el 2010 Alex de la Iglesia para una peli suya. Como no soy de plagiar, me conformo con el mío. Lo del título no es lo más relevante, pero en este caso tenía importancia porque uno de mis protagonistas de hoy amaba el cine. Entre nosotros nos entendemos supongo.

  El mundo "mundial" amanecía hace dos días con la muerte del gran escritor Philip Roth. Confieso que en mi humildad aspiraba algún día a conocerlo. Es cierto que no frecuentamos los mismos círculos, - léase la ironía-, ni por supuesto, habitamos el mismo continente, pero soñar es gratis. No tenía yo ideas preconcebidas respecto a nuestro encuentro. Nunca he imaginado si sería en el seno de una presentación literaria o comprando un bagel en NY. Tampoco me he parado a pensar si sería un hombre simpático, o por el contrario un estirado progre de vuelta de todo. Con que no fuera un viejo verde me basta. Esto lo digo porque todavía recuerdo a una vieja estrella del fútbol Belga, que al tomarse una foto con mi esposo, (gran aficionado y jugador en su tiempo de fútbol), y conmigo, me posó su mantecosa mano en las posaderas. Tuvo suerte de que estaba embarazada porque sino se la arranco de un mordisco. 

sábado, 19 de mayo de 2018

Moby Dick y los concursos literarios

 Todos los años en verano me presento a un premio literario. Lo patrocina una conocida plataforma de venta de libros online. Presento mis libros a él para tratar de venderlos, porque ya sé que es imposible ganarlo. El ganador es aquel que mas libros vende, y ese no ha sido nunca mi fuerte. Este año ya he terminado el libro que presentaré. Estoy especialmente satisfecha, porque no se si la historia es interesante para alguien más, pero estoy orgullosa de mi prosa, de haberme disciplinado tanto, como para releerlo hasta la extenuación. Hasta que dijera lo que yo quería que dijera, y como yo lo quería.

  Como las editoriales no venden tanto como quisieran, (más bien es que como las discográficas se acostumbraron a vivir muchos a costa de uno), ahora no tienen "lectores". Esos a los que me refiero no son los usuarios finales, sino los que leían los manuscritos para decidir si te los compraban o no. Como consecuencia, las editoriales no admiten que les mandes nada, y así se hace difícil que sepan que escribes. A mi me han devuelto muchos emails, y de ahí los concursos. Yo elijo éste porque se que protegen mi obra con un código de barras, porque claro, si lo mandas a otro tipo de premios, corres el riesgo de que algún premio nobel o escritor trasnochado, te copie la idea y escriba "tu libro". 

sábado, 12 de mayo de 2018

Reflexiones sobre el caos

   Ayer vi el capitulo final de la séptima temporada de Homeland y hubo varios momentos donde la emoción me desbordó. Esta serie me toca el corazón por razones varias, pero quizás, la mas relevante es: lo difícil que es ser diferente.

   La protagonista Carrie es: guapa, mujer, bipolar, muy inteligente e intuitiva. Solo con eso sin enfermedad alguna, lo hubiera pasado muy mal. Pero ella tiene además el handicap del diagnostico. Cuando algo va mal se lo escupen a la cara como insulto, cuando todo va bien, nadie la felicita. La usan para lo que les vale, y la tiran cuando deja de servir. Interesante la reflexión que plantea sobre lo mucho que se les pide a algunos que den, a cambio de nada.

    Esta año la serie nos proponía una presidenta muy similar al actual presidente de USA, o eso creen los guionistas porque a mi no me lo recuerda salvo en tener las cosas claras, y un comunismo creciente en el mundo auspiciado por los de siempre, los que gritaban "Sabotage" en los 80. Un comunismo que explotaba con desinformación vía redes sociales, las propias debilidades de un país que olvida que lo que los une, es siempre más de lo que los separa. Aterrador si uno mira alrededor y lee entre lineas.

sábado, 5 de mayo de 2018

Mi semana (Audrey)

 Ayer por la noche le pregunté a mamá por el Bien y el mal,y sobre ¿Quien era Dios en realidad? Me dijo que era tarde para contármelo. Venía yo de un cumpleaños y cené y me acosté tarde. Menos mal que no me lo contó, porque me quedé frita al minuto. De todas maneras estoy preocupada por el tema. Hay muchos niños que me caen bien, pero luego hacen cosas malas, y algunos malos que hacen cosas buenas. Lo encuentro confuso.
Mi profesor es bueno, pero esta semana me riño por una cosa que fue injusta, y me sentí fatal. 
Por otro lado gané una carrera y eso me hizo sentir muy bien, aunque lo mejor fue que estuvimos de puente y estuve en la playa cogiendo conchas. Ya se acerca el verano y eso me pone contenta.
Me creció el pie y me tuvo mamá que comprar unos playeros nuevos más grandes. El chándal del cole también empieza a quedarme un poco cortin, pero en breve se acaba el curso.
Estoy deseando que llegue el verano.
El cumpleaños de ayer fue divertido y me lo pasé bien, me pinté la cara y todo y comí muchas chucherias ¡Me encantan los cumples!
Os dejo que voy a leer un libro de unos gatos que me regaló mi abuela.

El ciclismo y la vida

 Hay algo en el ciclismo... será esa épica de la que habla Javier Ares. Esa sensación que todos tenemos a veces, de que la vida es una gran carrera de etapas. Unos tiramos del pelotón, otros se escaquean, otros hacen trampas. A veces te caes, y algunos se vuelven a subir a la bicicleta con el cuerpo magullado; otros se agarran a un coche para que les lance y pasar al resto, pero al final, no les sirve para nada. Un grande como Pantani no supo subir sus ultimas cumbres y se perdió, y de eso tambien aprendimos. Aunque en el recuerdo nos queda su figura pequeña y su pañuelo levantando el culo del sillin y ascendiendo a la cumbre con los dientes apretados. Hay mas días de esos que de los otros en las vidas mortales; no todos ganamos la etapa, pero seguimos en la salida al día siguiente.

   El jueves fue la presentación del Giro de Italia en Jerusalem. Fue muy bonita y elegante, casi tanto como Bar Rafaeli, que por cierto llevaba un vestido precioso. Hasta el trofeo es más bonito este año. Me ha encantado que Israel haya decidido dar el paso y albergar esta gran vuelta. Al fin y al cabo es un gran anuncio del país, y creo que a muchos, les soprenderá verlo, y sobre todo, muchos desearan visitarlo. A lo mejor si van, comprenden y se alejan del odio y la demagogia.