martes, 22 de septiembre de 2020

Mi semana (Audrey)

 Este fin de semana celebre por fin mi primera comunión. La hicimos muy pequeña, solo la familia y mis dos amigos curas que la celebraron. Estuvo preciosa. Aunque crecí el traje todavía me servía, era el de mi madre, y estaba muy guapa. Al principio, de los nervios que tenía, estaba un poco antipática y con frío. Tenía miedo de no hacer las cosas bien, o de que Dios se enfadase si me equivocaba. Me ha dicho mama que Dios no se enfada por eso, y que además, no podemos pretender que entienda de ese modo nuestras cosas. Al parecer creer que se va a enfadar conmigo por mis cosas humanas es ponerme a su altura divina, y no va por ahí la cosa. Digo yo ¿Qué por donde va la cosa entonces? Esto de la religión me lo complican según crezco, aunque ahora Jesús viaja conmigo, y entre los dos lo averiguaremos.

Aunque llovió durante la ceremonia luego dejó de llover y salió el sol. Comimos en casa de uno de mis amigos curas, que nos invitó. Como tiene terraza y jardín me lo pasé bomba corriendo toda la tarde. Eso si, nos fuimos muy pronto en mi opinión. Dice papá que soy incansable y que las siete era ya una hora más que prudente, pero no lo veo yo muy claro. Es verdad que todos parecían ya muy cansados, pero los mayores en seguida se cansan, es pena.

Hoy empiezo el cole. Una porquería. Nos cambiaron a todos de clase y me separaron de todos mis amigos. De la profesora ni hablo: un desastre. Entre eso, la mascarilla y el Covid estoy hasta el moño. La verdad que a ratos, pierdo la paciencia con todo este tema.

Os dejo porque tengo que hacer cosas importantes como jugar y ser feliz un rato.





Llega el otoño y volvemos

   Que el mundo está cambiando hace tiempo que algunos lo venimos diciendo. Que hay mucho dinero empeñado en cambiar los paradigmas es obvio. No es por citarme, pero leyendo los post de mis últimos años, es evidente esa corriente soterrada que trata de convertir el mundo en un rebaño global de idiotizados. Desde las series de las grandes plataformas, hechas en base al dinero de ciertos grupos de poder, hasta la nueva ecología. 

Hace poco hablaba aquí de la pedofilia y de como sus usuarios tratan de legitimarla. Un ejemplo: la película Cuties, recientemente estrenada en Netflix. Tras quejarse un montón de medios y asociaciones resaltando la evidente cosificación y sexualización de NIÑAS de once años, un montón de medios progres nos acusan a los que pensamos así de faltos de miras. Según esos "expertos" somos unos retrógrados porque la película ha sido premiadísima en Sundance, y no entendemos. ¡Vamos hombre! que ahora no querer que violen a tus hijos es de paletos. 

Misma historia de los que se drogan, que siempre te llaman tonto a ti por no hacerlo. Pena que muchas personas con escasa personalidad y autoestima, se dejen engañar por esos trucos. 

Y así, a golpe de cheque, ahora con once años las niñas ya están legitimadas para parecer unos putones. Y claro está, lo siguiente es un Polansky: "¿Como iba yo a saber que tenía trece años señor juez? no los aparentaba".

Me cuenta una amiga que en el 2023, todos tendremos que tener un coche eléctrico porque no pasaremos las ITV, (el pesebre Español que obliga a que paguemos dos veces por la revisión de nuestro coche). Solo una pregunta ¿Dónde van a reciclarse esas baterías eléctricas de todos esos coches? ¿Las va a enviar Elon Musk a Marte en su próxima misión? Residuos nucleares no, ¡por Dios! pero baterías eléctricas si, ¿verdad? Pues que pregunten a alguien cualificado lo que ocurre con ellas en su obsolescencia, y su reciclaje.

¿Hay un plan de sostenibilidad y contingencia a largo plazo? NO.

 Mientras tanto, por mi ciudad ya no se puede transitar en coche. Las bicicletas, patines y similares tienen prioridad. Pero claro, todos esos materiales no son nada molestos para la ecología. Pena que medio país viva de la automoción en sus múltiples variantes, y pena también que no nazcamos con ruedas. Igual los Chinos investigan un poco, y en lugar de un virus, nos sueltan una actualización genética y nacemos con hipervelocidad.

Sobre el virus un dato escalofriante también en NETFLIX. En la serie Viajeros, en los episodios seis y siete de la segunda temporada, se habla de un virus idéntico al coronavirus. Esos capítulos pudieron ser vistos en el año 2017. Me pregunto si inspiraron a alguien, porque vistos ahora, son aterradores por lo similar. Un virus como la gripe pero con una tasa de contagio de dos, y un periodo de incubación más largo a propósito, para incrementar exponencialmente su efectividad. Presencia de asintomáticos, y muerte asegurada en muchos casos. Un virus que afectaba, entre otras cosas, a la capacidad de los hematíes para transportar oxigeno, y que por tanto, mataba a sus victimas por múltiples causas dependiendo del sujeto. Yo veía la serie la semana pasada, y con esos dos capítulos sufrí un ataque de ansiedad. Una pregunta ¿Quién nos va a librar de que a alguien más se le escape algo de un laboratorio? ¿Qué sanciones ha puesto la OMS contra China? Que yo sepa solo el presidente de los USA, pero como también él, al igual que los que nos oponemos a la nueva ecología, o a Cuties, es destruido por la apisonadora de la progresía financiada, pues nada.

Lamentabase el otro día José Luis Garci, al que calificar de gran director se queda cortísimo, de no haber podido filmar la película "El hereje" de Delibes. Al parecer la editorial pretendía que el proyecto lo llevaran a cabo grandes estrellas, y al final, no pudo hacerla. Siempre me apena que el dinero, sea el que determine que una bazofia como Cuties este en el mercado, mientras un grande del cine se tiene que conformar dando pinceladas de saber por tertulias radiofónicas. Siempre he pensado que hay muchas personas que hubiésemos debido nacer en América, porque aquí, perdemos el tiempo. En la América de antes claro esta, porque mucho me temo, que la cosa va mal también allí.

Hace poco escuchaba una conferencia de J.J. Benítez. Como su Jesucristo es el mío, aunque su Dios sea más azul y extraño, me quedo mas tranquila con la certeza de que hay vida tras la muerte. Es triste, pero como de la Iglesia católica no sabemos nada, los creyentes nos refugiamos en los que si creen en Dios, y en su hijo ¡Que grande es Jesucristo! 

El mundo cambia a peor, y entre fotos de instagram, y protestas manipuladas, solo miran al largo plazo  los que lo están  constru/ destru yendolo.