¡Este fin de semana me recaso!, sé que suena extraño pero así es. Para mi, lo extraño es que hayan pasado ya cinco años desde que me casé, ¡parece que fue ayer!, pero ha pasado un lustro y hemos decidido darle la importancia que merece celebrando una nueva ceremonia religiosa. Será algo sencillo, la renovación de nuestros votos ante nuestra familia más cercana y luego una comida.
En estos cinco años nos han pasado muchas cosas, aparentemente pocas buenas, pero lo más importante si ha sucedido, que nos queremos más hoy que entonces y que de nuestra unión nació un milagro maravilloso llamado Audrey que escribe un blog además :)
Solo una ausencia importante, el Jesuita que nos casó que no puede estar por motivos de salud, pero estará en nuestros corazones. Para alguien conservador como yo, el haber tenido la fortuna de que en su día, me casara la misma persona que casó a mis padres fue un regalo, ahora no podrá venir, pero a cambio estarán otros amigos muy queridos que la vida nos ha hecho llegar.
Para mi el matrimonio es un bonito viaje que emprendes junto a alguien, de la mano para lo bueno y lo malo. Pero hay que elegir cuidadosamente a esa persona, con los ojos abiertos y sobre todo, no elegir por motivos equivocados, (dinero, posición, estatus), ni porque todas tus amigas estén casadas y tu no. El matrimonio es un negocio muy largo así que más vale escoger al socio acertado.
En fin, nada más, solo quería compartir con todos vosotros esto que para mi es tan especial.
Toi et moi.Bss
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