Ayer fue un día raro, no fuí al cole aunque era viernes. Papá y mamá me dijeron que era un día especial porque se recasaban. ¡No entendí nada!, todo el mundo parecía contento, pero apurado y me puse un poco nerviosa. Yo tenía hambre, pero en lugar de comer en casa de los abuelos fuimos a casa de Herminio. Estaban Herminio, Abundio y Jesús además de los abuelos y "cote". Cuando los vi a todos ya me puse mucho más contenta. Luego fuimos a la iglesia y ¡estuve en mi primera misa!, Abundio habló mucho rato, papa y mama lloraron un poco y los abuelos se emocionaron. Luego se pusieron unos anillos y a mi no, eso me enfurruñó un poco pero se me pasó porque me dejaron coger una vela blanca muy bonita. Ahora ya se que Dios está en todas partes y que me cuida porque le pregunté a mami. Luego comimos todos juntos ¡y me dejaron comer con los mayores y no hacer siesta! además, mi amigo Herminio me regaló un pingüino precioso, se llama pigüi y no me separo de él. Hoy por la mañana fuí con él al parque y bajamos un montón de veces por el tobogán juntos. Un niño me lo intentó coger y lo llamé ¡mal educado!, pero mamá me recordó que tengo que compartir... le dejé mi triciclo porque Pigüi es mio.
¡Aprendí a dibujar caras! hice una y mami la puso en la nevera, ahora voy a dibujar un señor potato para dárselo a mi profe el Lunes.
Os dejo, voy a ha hacer la siesta, corrí mucho en el parque y comí un plato enorme de pasta con tomate y tengo sueñin.
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