sábado, 5 de mayo de 2018

El ciclismo y la vida

 Hay algo en el ciclismo... será esa épica de la que habla Javier Ares. Esa sensación que todos tenemos a veces, de que la vida es una gran carrera de etapas. Unos tiramos del pelotón, otros se escaquean, otros hacen trampas. A veces te caes, y algunos se vuelven a subir a la bicicleta con el cuerpo magullado; otros se agarran a un coche para que les lance y pasar al resto, pero al final, no les sirve para nada. Un grande como Pantani no supo subir sus ultimas cumbres y se perdió, y de eso tambien aprendimos. Aunque en el recuerdo nos queda su figura pequeña y su pañuelo levantando el culo del sillin y ascendiendo a la cumbre con los dientes apretados. Hay mas días de esos que de los otros en las vidas mortales; no todos ganamos la etapa, pero seguimos en la salida al día siguiente.

   El jueves fue la presentación del Giro de Italia en Jerusalem. Fue muy bonita y elegante, casi tanto como Bar Rafaeli, que por cierto llevaba un vestido precioso. Hasta el trofeo es más bonito este año. Me ha encantado que Israel haya decidido dar el paso y albergar esta gran vuelta. Al fin y al cabo es un gran anuncio del país, y creo que a muchos, les soprenderá verlo, y sobre todo, muchos desearan visitarlo. A lo mejor si van, comprenden y se alejan del odio y la demagogia.


  Aun recuerdo cuando en el año 1993 mientras miraba un partido de Roland Garros, Eurosport emitió un anuncio de un hermoso lugar cuyo eslogan era: "Croacia, Small country for great vacations". Me enamoré y años después lo recorrí entero. No fue merito mio, sino parte del plan de Dios, pero reconozco que la semilla de mi interés la plantó aquel anuncio.

   Ayer en la primera contrarreloj los amantes del ciclismo disfrutamos por muchos motivos: Un circuito muy bien trazado y difícil, -no era plano y por tanto no era optimo para los contrarrelojistas-; ver a Froom pasarlo mal - (personalmente no me gusta porque no le considero un buen deportista, que si ciclista); recuperar al gran narrador Javier Ares gracias a Eurosport; y las vistas aéreas de esa belleza de ciudad. 

   Que Jerusalem era bella lo intuíamos, pero ayer lo constatamos. Era una pequeña joya blanca y verde. Antigua y serena, ordenada y limpia. Que curiosa va a ser la comparación con la contrarreloj Romana. Ciudad vertedero y derruida. Si, no tengo muy buena impresión de esa ciudad desde que estuve allí. Nunca vi tanta suciedad, ni tanta piedra maltratada, ni soporté tanta mala educación ni tanto ruido. 
  
  Yo ignoraba como era de verdad la ciudad, porque solo la veo a pie de tierra en la tele, y generalmente enfocan los mismos lugares. Me gustó descubrir a vista de pájaro su teatro, un conjunto de edificios culturales y artísticos, y el Museo מוזיאון ישראל. Me emocioné cuando vi el huerto de los Olivos, y en general me cautivó ver la alegría de la gente, y las sonrisas de los niños agitando sus banderitas del Cycling Academy (el equipo del país). Seré naif, pero siempre pienso que si el mundo consigue ver la verdad, poco a poco, las mentiras perderán fuerza.

   Leo en el MARCA, que Ran Margaliot, el director del equipo Israelí dijo: "Dejadme disfrutar de esta fiesta, se me saltan las lagrimas", y que Silvan Adams, el millonario promotor del equipo y del turismo era el señor que ayer saludaba emocionado desde la rampa de salida de la crono como un fan. Me alegra ver que mi emoción fue compartida, y descubrir que siempre es más lo que nos une que lo que nos separa.

    Habra cínicos que hablen de maniobra política. Por supuesto que lo es. Como lo fue en su día cuando Croacia salió al mundo y dijo;" la guerra se acabó y aquí estamos". Nada en el mundo es casual, pero deberíamos saber que Croacia es de verdad un país hermoso y que Israel es lo que vimos ayer: personas sonrientes y emocionadas viviendo una fiesta. 

   Como están de moda, la semana que viene si todo va bien - (cruzo los dedos) - ganarán Eurovisión. El lema de este año es "Todos a bordo", y espero que lo estemos en algo mucho más importante: La construcción de la armonía y el respeto.


PS; Un recuerdo para José María Iñigo, la voz Española de Eurovisión, y de tantos recuerdos de mi infancia. Sentiré no escucharle el sábado que viene anticipándose a las votaciones con su voz templada. D.E.P.






   

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