viernes, 13 de mayo de 2016

Octubre rojo: Asturias y Cataluña a la via revolucionaria.

   Como habíamos visto la situación es España era tremenda, y la brecha abierta entre derechas e izquierdas era ya casi como las fosas marianas. Quizás eso explica como se llegó a lo que se llegó.
Tengo el defecto de pensar que los políticos deberían ser responsables, igual que un cirujano o un piloto de avión. Creo que nadie le perdona a un conductor de autobús que se duerma al volante, sin embargo, se perdona con mas facilidad el uso torticero del poder que conduce a la tragedia.
No hay tribunales penales para la historia, pero si los hubiera, podríamos decir que los culpables, por orquestadores, de la tragedia llamada Octubre del 34, fueron las izquierdas revolucionarias y regionalistas.
Debería estar penado por la ley agitar a las masas hambrientas, para lograr en la calle lo que no se ha logrado en las urnas. Aquí ya se sabe, la democracia es una palabra muy usada cuyo concepto real tiendo a pensar que se ignora.

    D. Salvador de Madariaga, no deja lugar a dudas y es duro en su condena: “Con la rebelión de 1934, las izquierdas perdieron toda autoridad para condenar la rebelión de 1936”.

    El 4 de octubre de 1934 surge un nuevo gobierno de las elecciones con tres ministros de la CEDA. El día 5 ya le daba respuesta una huelga general de carácter revolucionario y ámbito nacional. Esta huelga es decretada la tarde noche del día 4 por el Partido Socialista y la UGT. Al medio día del propio 5 de octubre, los partidos republicanos de izquierdas y hasta el propio conservador de Maura ,(por miedo a quedarse colgando de la brocha), se solidarizan con la inicial revuelta.
 
    Consejo de ministros, día 6 de octubre: Se decreta el estado de guerra en todo el país.
En la capital, tras episodios de tiroteos en dependencias publicas y la calle, la revolución fracasa.
El ministro de la guerra D. Diego Hidalgo Duran, (ver *6 Continua la reorganización), nombra asesor especial al general D. Francisco Franco, (*7, la parte positiva de la Republica III). Este designa a su vez, al teniente coronel D. Juan Yagüe Blanco (*1) quien mandará la columna de tropas expedicionarias que desembarcan en Gijón, para hacer frente al principal foco de la rebelión.
 
   Cataluña, día 6 de octubre: El presidente Companys (*2), auxiliado por D. José Dencás i Puigdollers (*3) y el comandante D. Enrique Pérez Farrás (*4), con el excepcional olfato político Catalán, proclaman unilateralmente el Estado Catalán dentro de la República Federal Española. Companys exige al capitán general de la región D. Domingo Batet Mestres (*5), que se ponga a sus órdenes. Como respuesta a tal pretensión, este general declara el estado de guerra, ordenando a las tropas que ataquen el palacio de la Generalidad con artillería. Ante estas rápidas medidas de fuerza, el apoyo popular se retrajo y fue totalmente ineficaz: las fuerzas de orden público, que en principio estaban con la rebelión, a la vista del cariz que tomaban los acontecimientos, fueron desertando.
Companys se rinde con el sonido del 25 disparo de cañón. La rebelión había durado exactamente diez horas.
 
   Barcelona,  9 de octubre. Es detenido y recluido a bordo de un destructor, el ex presidente del Consejo de Ministros D. Manuel Azaña, quien había pasado toda la rebelión escondido en la ciudad. Nunca se consiguió probar su participación en la revuelta. Su presencia en la ciudad Condal estaba justificada por su estancia para asistir al sepelio de su ministro D. Jaime Carner Romeu (Ver *1 de La parte positiva de la República I).
 

 
D. Manuel de pie con boina en la toldilla del destructor de la armada "Sánchez- Barcaiztegui" surto en el puerto de Barcelona.
 
    El ministro de Justicia D. Rafael Aizpún Santafé (*6), se enterara de la liberación del Sr. Azaña, por providencia del Tribunal Supremo, cuando éste se encontraba ya paseando por las calles de Barcelona. Si llega a ocurrir hoy en día, hubiera dicho esa ya famosa frase de: "Me enteré por la televisión".
 
    La rebelión se extiende a gran velocidad por toda España. Triunfa momentáneamente en algunas zonas de las provincias Vascas, Aragón, Andalucía y León. Sin embargo por desgracia, el Octubre Rojo pasará a la historia de España por la Revolución de Asturias y sus desmanes.
La indiscutible jefatura, y por ende responsabilidad de esta, le corresponde al diputado socialista  D. Ramón González Peña (*7). La revolución se propagó rápidamente por las cuencas mineras asturianas, convirtiéndose Mieres en la capital revolucionaria. De forma inmediata comienzan las declaraciones y manifestaciones de carácter comunista – libertario, los asesinatos de sacerdotes, guardias civiles, ingenieros y facultativos de las minas e industria, no librándose los trabajadores señalados como católicos. En Sama (cuenca del Nalón) dirige la insurrección D. Belarmino Tomás Álvarez (*8) que se esfuerza para no quedarse atrás ni en asesinatos ni en desmanes. La Felguera, solamente separada por un puente sobre el Río Nalón, y a pesar del triunfo de la CNT, mantiene la calma y no se produce ningún incidente lamentable inicialmente. La columna militar de socorro, al mando del general de brigada del arma de ingenieros D. José Boch Atienza, queda bloqueada en Vega del Rey.
    Oviedo, atardecer del 6 de octubre. Los mineros triunfantes deciden tomar Oviedo y comienzan a cañonear la ciudad. Cómplice accesorio el sargento de infantería  D. Santiago Vázquez Carballo (*9), de servicio de guardia en la fabrica de armas de Trubia cuando los insurrectos la toman y roban los cañones que estaban en proceso de pruebas.
Los sitiadores estrechan el cerco, aunque el desanimo surge al aparecer una escuadrilla de aviones afectos al gobierno.
El tercer día consiguen conquistar varios reductos en poder de las fuerza  gubernamentales, divididas ya en núcleos de defensa: Cuartel de Pelayo, Catedral, calle Uría. Los sitiadores alternan de continuo el pillaje y los atentados contra personas y bienes. No obstante, cuando el día 10 toman el monasterio de San Pelayo, las religiosas fueron respetadas.
Bajo la directa dirección de González Peña fuerzan y saquean las arcas del Banco de España, pretendiendo la misma operación con las del Banco Herrero, intento en el que fracasan. Muestra evidente del mejor funcionamiento de la iniciativa privada, que la de la pública.
 
    El crucero “Cervera” y el Acorazado “Jaime I”, bombardean varias posiciones costeras. El día  10 de octubre, arriban al puerto de El Musel – Gijón varios buques de guerra con tropas de la Legión y las de Regulares, al mando del Tte. coronel Yagüe. En la mañana del 11, antes de salir de Gijón con destino a Oviedo, la rebelión de carácter anarquista local, ya había sido dominada. Partiendo la columna de socorro, compuesta por dos mil hombres con armamento y equipo, alcanzando su objetivo a media tarde

     11 de octubre.  Se reúne el Comité Revolucionario Provincial, órgano representativo de la Republica socialista soviética, proclamada desde los primeros días. Por parte anarquista, el dirigente D. José María Martínez Sánchez (*10), ante la inminente llegada del ejército, defendió el abandono. Los comunistas difieren y  abogan, “por el triunfo del ejército popular”.
Aún a estas alturas y a pesar del tiempo transcurrido, no se han podido esclarecer las circunstancias del fallecimiento de este honrado líder anarquista, cuyo cadáver fue encontrado en la estación de la C.F.L. en Peñon - Sotiello el 12 de octubre de 1934, ¿fue un asesinato para robarle una cantidad de dinero, que se supone portaba del sindicato?, ¿o consecuencia directa de su propuesta de deponer la revolución? Solo el demonio y sus asesinos lo saben.

    Anochecer del día 11, el general D. Eduardo López de Ochoa y Portuondo (*11), jefe de las llamadas “columnas de liberación”, tras recorrer en cinco días el tortuoso camino Ribadeo – Pravia – Avilés – Oviedo, entra en el cuartel de Pelayo con su exigua fuerza de 360 hombres, provenientes de la vecina provincia de León. Cuál no sería su sorpresa cuando comprueba, que en el cuartel de Pelayo se cuenta con una fuerza próxima al millar de personas. Este hecho muestra a las claras la incompetencia de mando en dicho cuartel y la falta de autoridad del General, que no toma inmediatas medidas para corregirlo destituyendo a quien estaba al mando.
 
     12 de octubre, Yagüe enlaza con López Ochoa. Las diferencias entre el general y el Tte. Coronel, son por todos conocidas, dándose el caso (contrastado) de desenfundar la pistola el Tte. coronel y encañonar al general. Con independencia de las ideas adjudicadas en algunos casos interesadamente, a cada uno de ellos. Por versiones de índole familiar y próximas a la amistad con el general López Ochoa y más bien antipatía al Tte. Coronel, la gran diferencia entre Yagüe y López Ochoa, radicaba en que uno era militar de profesión y el otro "de salón”. Quizás quien asigno a López Ochoa a su cargo, esperaba de él una mayor eficacia y altura debido a su, hasta entonces conocida moderación. Esas expectativas creo que se vieron truncadas, al resultar el general "más de teoría que de practica".

     La lucha en Oviedo continua los días 14 y 15, no quedando reducida por completo hasta el 17. Entretanto, seguían afluyendo tropas a Asturias. Se libera la columna al mando del general Boch, copada en Vega del Rey. La columna al mando del coronel D. José Solchaga Zala (*12) entra en La Felguera y Sama el día 18. A fecha, mediados de octubre, el general López Ochoa contaba con más de 18.000 hombres, con pertrechos, artillería, caballería y apoyo aéreo. Todo dispuesto para poder aplastar cualquier revolución en sí y/o cualquier conato que pudiese surgir.
 
      19 de Octubre. Antes de que comience el despliegue y avance de esta potente fuerza militar, D. Belarmino Tomás pacta con el general López Ochoa la rendición de la Cuenca, la cual queda totalmente ocupada el mismo día 19 de octubre, sin haberse disparado ni un solo tiro. Esta rendición se hace sin establecer pacto alguno, por tanto, es como si se hubiese amnistiado a los insurgentes.
 
 La consiguiente represión sobre el terreno fue encomendada al comandante de la Guardia Civil D. Lisardo Doval Bravo (*13), quien no se mostró remiso al encargo recibido pero al que le tocó una difícil tarea. Antes de finalizar el mes de octubre, la cifra de detenidos superaba ligeramente los dos mil.
A pesar de que la historia, basta mirar en un buscador, le ha juzgado con bastante severidad, de él alguien cercano a esta que escribe dijo: “El comandante Doval se vio involucrado en unos hechos que se tenían que haber sustanciado con anterioridad. ¿Cuándo? Posiblemente en el momento de establecer el contenido del pacto entre el general López Ochoa y Belarmino Tomás”.
   Hablar de octubre de 1934 en Asturias, sin transcribir las correspondientes proclamas revolucionarias, es quedarse corto ante el verdadero alcance de revuelta, la cual no cabe duda, que rebasó los cálculos de los propios organizadores, los cuales posiblemente en origen no iban más allá, de derribar a las derechas en la propia gobernación de la República. Pero es lo que pasa cuando te pones a gritar consignas, agitar banderas y tienes armas...
 
Proclama:

 “Hacemos saber:.- Que el Comité Revolucionario, como intérprete de la voluntad popular y velando por los intereses de la Revolución, se dispone a tomar con la energía necesaria todas las medidas conducentes a encauzar el curso del movimiento. A tal efecto, disponemos:.- 1º el cese radical de todo acto de pillaje, previniendo que todo individuo que sea cogido en un acto de esta naturaleza será pasado por las armas..- 2º Todo individuo que posea armas debe de presentarse inmediatamente el Comité a identificar su personalidad. A quien se coja con armas en su domicilio o en la calle, sin la correspondiente declaración, será juzgado severísimamente..- 3º Todo el que tenga en su domicilio artículos, producto del pillaje, o cantidades de los mismos que sean producto de ocultación, se le conmina a hacer entrega de los mismos inmediatamente. El que así no lo haga, se atendrá a las consecuencias naturales como enemigo de la Revolución..- Todos los víveres existentes, así como artículos de vestir, quedan confiscados..- 5º Se ruega la presentación inmediata ante este Comité de todos los miembros pertenecientes a los Comités directivos de las organizaciones obreras de la localidad para normalizar la distribución y consumo de víveres y artículos de vestir..- 6ºLos miembros de los Partidos y Juventudes obreras de la localidad deben de presentarse inmediatamente con su correspondiente carnet para constituir la Guardia Roja, que ha de velar por el orden y la buena marcha de la Revolución..- En Oviedo a 9 de octubre de 1934..- El Comité Revolucionario”.
 
Bando:

“Hacemos saber: Desde la aparición de este bando queda constituido el Ejército Rojo, pudiendo pertenecer a él todos los trabajadores que estén dispuestos a defender con su sangre los intereses de nuestra clase proletaria..- Este ejército quedará compuesto y se dirigirá en la forma siguiente:.- 1º Todos los que hayan cumplido los dieciocho años hasta treinta y cinco, pueden inscribirse al Ejército Rojo..- 2º Una vez ingresado en filas tendrá que observar una férrea disciplina..- 3º Las deserciones o desobediencias al mando serán castigadas con severidad..- 4º Quedan excluidos de pertenecer al Ejército Rojo aquellos que hayan pertenecido a la clase explotadora ..- El aplastamiento de los contrarrevolucionarios, lo conservación de nuestras posiciones exige tener un Ejército invencible, aguerrido y valiente para edificar la sociedad socialista..- Nota: Todos los días, desde las ocho de la mañana, queda abierta la oficina de inscripción en las dependencias del Ayuntamiento..- El Comité Revolucionario”.

Bando del Comité de Alianza Obrera y Campesina de Asturias:

“Camaradas: Ha llegado el momento de hablar claro ante la magnitud de nuestro movimiento, que ha triunfado en toda España. Solo os recomendamos un último esfuerzo, no quedan nada más que pequeños focos de enemigos que se esfuerzan en resistir inútilmente..- Las arrolladoras fuerzas de la revolución se apoderaron de Cataluña, que está en poder de nuestros camaradas..- En Madrid, Valencia y Zaragoza, Andalucía, Extremadura, Galicia, Vizcaya y el resto de España, solo quedan pequeños focos de enemigos, como os acabamos de decir..- El Cañonero Dato y otros buques de guerra se han puesto al servicio de la revolución, y para terminar de una vez con esta situación, en lo que respecta a Oviedo, debemos dar el último empujón contra los defensores del capital moribundo. No hacer caso en absoluto de los pasquines que arrojan los aeroplanos, ni de las falsas noticias de nuestros enemigos..- El Comité Revolucionario”.
     
     Me gustaría dada su correlación, entroncar los hechos con la información de la que disponía el Gobierno Italiano a través de sus servicios de inteligencia. Creyendo  que los socialistas no iban a esperar la formación del nuevo gobierno con miembros de la CEDA, Mussolini había dado la orden de invadir Abisinia, esperando que el conato de revolución española, distrajese la atención de la Sociedad de Naciones.
En vista de la contemporaneidad de ambos hechos y el posicionamiento socialista sobre este último haré un breve comentario en mi próximo post.
 
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    Dado el protagonismo de algunas de las personas citadas y el protagonismo de algunos otros en el futuro de nuestra historia reciente, voy a realizar una sucinta semblanza de ellos. Recurriré en algunos de los casos a fuentes documentales familiares, y  procurare tener la máxima objetividad e imparcialidad.
 
(*1) D. Juan Yagüe Blanco: (San Bernardo – Soria, 22.03.1892 – 21.10.1952 Burgos). Militar encuadrado por antecedentes e historial como “Africanista”. Perteneciente al cuerpo de infantería, coincidió en la misma promoción en la Academia de Toledo con el después Dictador D. Francisco Franco. Toma contacto con África a través de su destino como teniente, con guarnición en Tetuan y participa en la guerra del Rif al mando de tropas legionarias. Se afilió a Falange Española y nunca ocultó su antipatía por la República, ya que la “Ley Azaña”, consideró, le truncaba su carrera militar. De sus actuaciones profesionales como militar con mando, hay opiniones para todos los gustos. A pesar de las antipatías que su persona creaba en el ámbito familiar de la que esto escribe: “Su leyenda negra, no se corresponde en gran medida con la realidad, ni en sus actuaciones al frente de las tropas desembarcadas en Gijón, en octubre de 1934, ni en los posteriores desmanes de que se le acusan en lo que se denominó la Campaña de Extremadura y en la toma de varias poblaciones de la provincia de Toledo. Estando por demostrar la amistad personal que le adjudican con el jerarca nazi Göring”. Por obvias razones de equidad, hasta aquí… Fue Ministro del Aire 09.08.1939 – 27.06.1940, Capitán General de la VI Región Militar, con cabecera en Burgos, donde falleció desempeñando dicho cargo. El Dictador, le concedió a título póstumo el rango de capitán general y el de marqués de San Leonardo de Yagüe.
 
(*2) D. Luis Companys y Jover:  (Tárros. 21.06.1882 – Barcelona 15.10.1940). Fusilado tras un consejo de guerra. Abogado y político de ideas catalanistas y republicanas. Ministro de Marina 12.06.1933 – 12.09.1933 (bienio Azaña). Diputado en Cortes en varias legislaturas, Presidente del Parlamento de Cataluña, Presidente de la Generalidad de Cataluña 31.12.1933 – 07.10.1934 y 29.02.1936 – 30.01.1939, en el exilio 01.02.1939 – 15.10.1940, esta última fecha coincide con su fusilamiento en el foso de Monjuich. Fue capturado en la Francia ocupada y deportado a España a petición del gobierno Franquista. Dado su personal C.V. sus actividades políticas y final, se hace innecesario desarrollar panegírico alguno sobre su vida. Ya que es fácil acceder a las más variadas, parciales o imparciales informaciones sobre su vida y obra.
 
(*3) D. José Dencás i Puigdollers: ( Vich, 19.03.1900 –13.02.1966 Tanger). Político español, participó en la fundación de Esquerra Republicana de Cataluña, Consejero de Gobernación de la Generalidad de Cataluña en octubre de 1934. Siendo uno de los mayores hostigadores del intento revolucionario del 6 de octubre, totalmente reaccionario a la entrada de la CEDA. Durante este corto periodo revolucionario fue el creador de grupos paramilitares bajo su directa dirección que detuvieron y maltrataron a militantes anarquistas de la CNT. Ante la intervención de los militares sus “guerrilleros” desparecieron, huyendo él cobardemente a través de las alcantarillas, mientras otros aguantaron hasta el final. Existen serias dudas de su connivencia con Gil Robles. A principios de la guerra civil tuvo que huir de nuevo, ya que temía que los anarquistas le pasasen factura por sus cobardes actuaciones de octubre de 1934.

(*4) D. Enrique Pérez Farrás: (Lérida 11.04.1886 – 23.10.1949 Cuautla – Morelos). Oficial del Cuerpo de Artillería y como tal enfrentado al R.D. de la Dictadura de Primo de Rivera, que contravenía el compromiso del cuerpo suscrito en 1891, por el cual la oficialidad de dicho cuerpo no podía ascender por méritos de guerra. Si a este hecho se une, el antes y el después que marca el 20 de febrero de 1937, con la desaparición de la Academia de Artillería como centro de formación técnica e industrial de primerísima calidad, para diluirse en una mera academia de formación de oficiales; podrá entenderse el contexto en el que se desenvuelve nuestro personaje, cuando es nombrado por el Presidente de la Generalidad de Cataluña, Jefe de los Mozos de Escuadra. Durante la insurrección de la Generalidad en octubre de 1934, participó activamente en la defensa del palacio de la Generalidad ante los ataques con artillería e infantería del general Batet.
Por estos hechos fue juzgado en consejo de guerra y condenado a la pena capital, pena conmutada a cadena perpetua por el presidente de la República D. Niceto Alcalá Zamora. Con la llegada del Frente Popular en las elecciones de 1936, fue indultado y liberado, reingresando en el ejército.  Con la restauración de la Generalidad, ocupó de nuevo el puesto de Jefe de los Mozos de Escuadra. Contribuyó de forma directa a sofocar el golpe militar de julio de 1936 en Barcelona, dirigiendo la operación de detención de general Goded.
Con el estallido de la Guerra Civil, fue nombrado jefe de milicias en el frente de Aragón y asesor militar de la columna de Durruti. Ante la total incompatibilidad de un caballero como él, con dicho personaje, volvió a Barcelona y posteriormente se exilió a México. Durante la segunda guerra mundial se ofreció para formar una unidad militar con soldados catalanes y luchar al lado de los aliados.
 
(*5) D. Domingo Batet Mestres: (Tarragona 28.08.1872 – 18.02.1937) Fusilado por sentencia emanada de un tribunal militar. General de división del ejército de tierra, se negó a secundar el golpe militar que degeneró en la Guerra Civil. Tras su paso por la academia militar, como teniente voluntario, interviene en la Guerra de Cuba, ascendiendo por méritos de guerra a capitán y posteriormente a coronel. Tras ascender a general de división en 1925 y pasar por destino en Alicante y su ciudad natal Tarragona, fue nombrado Juez Instructor del llamado “Caso Picaso”. En la instrucción de dicho expediente se echó muchos enemigos, ya que realizó informes un tanto desfavorables de oficiales, jefes e incluso de generales. Con la implantación de la Dictadura de Primo de Rivera, la cual a priori aceptó, en 1926 es detenido y procesado como colaborador de lo que en su momento dio en llamarse la “Sanjuanada”, siendo posteriormente absuelto por el Consejo de Guerra que le juzgó.
El 6 de octubre de 1934, siendo Capitán General de Cataluña, es requerido por el Presidente de la Generalidad D. Luis Companys, para que se ponga a sus órdenes. Haciendo caso omiso a dicha orden y tras ponerse en contacto con el Presidente del Gobierno, procedió a declarar el estado de guerra y se enfrentó a la Generalidad, por afinidad profesional, parlamentó con D. Enrique Pérez Farrás,  para que los Mozos de Escuadra depusieran las armas, al no conseguirlo, los redujo militarmente, dándose un elevado número de muertos entre las tropas atacantes y los defensores del Palacio de la Generalidad, a los cuales redujo y rindió.
Es de destacar la petición de clemencia que los generales D. Gonzalo Queipo de Llano y Sierra y D. Miguel Cabanellas Ferrer dirigen a Franco. Petición que a decir del primero, Franco desoye, como revancha por no haber perdonado la vida de su amigo, el general D. Miguel Campins y Aura el 16 de Agosto de 1936 en Sevilla. Es terrible ver como la vida ajena se utiliza algunas veces como pueril venganza.
 
(*6) D. Rafael Aizpún Santafé: (Caparroso 24.10.1988 – 01.05.1981). Licenciado en Derecho por la universidad de Barcelona, políticamente liberal y autonomista, fue simpatizante comprometido con el “maurismo”. Elegido diputado en cortes por Navarra. En 1933 funda Unión Navarra, de la cual es su primer presidente, partido al que une a la CEDA, posteriormente cambia el nombre inicial de su partido, que pasa a denominarse Acción Popular Navarra. Su entrada en compañía de otros dos ministros, en octubre de 1934 en el gobierno de Lerroux, fue el argumento esgrimido por la izquierda para justificar la Revolución de Octubre de 1934. Como Ministro de Justicia 04,10.1934 – 03.04.1935, restableció la pena de muerte por medio de la ley promulgada el 11 de octubre de 1934. Desempeñó el Ministerio de Industria en el periodo comprendido entre 06.05.1935 – 25.09.1935. Fue claro colaborador de los sublevados en armas en 1936. Siendo posteriormente uno de los “juristas”, que trataron de legitimar la sublevación militar por medio de lo que se dio en su día en llamar: “dictamen sobre la legitimidad de los poderes actuantes el día 18 de julio de 1936”.
Posteriormente, por diferencias con el régimen sobrevenido de la Guerra Civil, y por pretender sustituir dicho régimen en base a una monarquía parlamentaria, encabezada por D. Juan de Borbón, le marginaron políticamente y careció una larga temporada de pasaporte, sin perjuicio que por razones de “claro amiguismo” con el régimen dictatorial del vecino Portugal, se desplazase libremente a través de nuestra frontera de Tuy y fuese asiduo de la “corte” de Estoril.
 
(*7) D. Ramón González Peña: (Las Regueras – Asturias 11.07.1888 – 27.07.1952 México D.F.). Minero, sindicalista socialista y político. Secretario de la Federación Nacional de Mineros y miembro de la UGT, en la que ocupó cargos directivos. Con el advenimiento de la República obtuvo el acta de diputado por Huelva, provincia de la que llegó a ser Gobernador Civil. Regresa posteriormente a Asturias donde ocupa los cargos de Alcalde de Mieres y presidente de la Diputación Provincial de Oviedo.
En octubre de 1934 se erige como uno de los máximos dirigentes de la insurrección armada en Asturias, reprimida ésta por el ejército. Se guarda en diferentes aldeas, hasta que es detenido a mediados de diciembre de 1934. Se le juzga en febrero de 1935, siendo condenado a muerte, pena que se le conmuta por cadena perpetua. Con la llegada del Frente Popular, es liberado y elegido de nuevo diputado.
Durante la guerra civil dirigió con mano de hierro el sindicato UGT, ocupó en el segundo gobierno Negrín, el Ministerio de Justicia, 05.04.1938 – 05.04.1939. Al finalizar la guerra huyó a Francia, donde siguió “viviendo del cuento”, gracias a ser vocal del Servicio de Evacuación de Refugiados Españoles, organización creada por Negrín, para justificar posibles apropiaciones de carácter indebido (dixit mi difunto abuelo).
 
(*8) D. Belarmino Tomás Álvarez: (Aguilar de Campos – Valladolid 29.04.1892 – 14.09.1950 México D.F. : Amigo de Manuel Llaneza. Secretario General de SOMA – UGT, concejal del ayuntamiento de Langreo. Su fama como poco trabajador la acrisoló en las empresas donde trabajó: Tornillería del Nalón y Refracta. Del pozo Fondón, dada ya su proximidad al sindicato minero, no caben más que las alabanzas.
Si Hugh Thomas lo define como un hombre “ambicioso, extravagante y vanidoso”, en mi ámbito familiar, le agregan los calificativos de “carente de dignidad y vergüenza”. En compañía de D. Ramón González Peña, fue uno de los dirigentes máximos de la Revolución de 1934. Al verse perdido y desbordado por los acontecimientos militares, fue el que pactó la rendición con el general López Ochoa. Encarcelado, fue juzgado por dichos hechos en febrero de 1935, le condenan a muerte, pena que fue conmutada por pena de cárcel.
Su actuación en la revolución de 1934 y la dirección personal del saqueo a que fue sometido el Castillo de Blimea, hablan por sí solos de la catadura moral del individuo. Quien posteriormente a la caída de Santander en manos de los sublevados y al  crearse el Consejo Soberano de Asturias y León, es nombrado presidente. Acuñando moneda con su esfinge, lo que dio lugar al chascarrillo, de cubrir con un dedo las letras “Con”, lo cual al leerlo, se sobreentendía: se jode Asturias y León.
En aras de la imparcialidad que el personaje y sus obras me impiden, lo dejo aquí…
 
(*9) D. Santiago Vázquez Carballo: Nacido en Ceuta, hijo del  Director de la Banda de  Música de Regulares de Ceuta, hermano a su vez de un suboficial de Regulares. Quienes le conocieron antes de su destino en Oviedo, no encuentran justificación racional para su deserción armada del Regimiento 3, e incorporación como dirigente a la revolución asturiana. Entre las posibilidades apuntadas, figura su emparejamiento con una mujer de vida licenciosa para la época, sí muy señalada en los ambientes revolucionarios locales de Oviedo. Hecho prisionero se le juzgó en Consejo de Guerra. Fue condenado a muerte y al pago de cincuenta millones de pesetas en concepto de indemnizaciones por perjuicios, cantidad astronómica para la época, e impagable con sus bienes de fortuna. Al decir de un directo antepasado de quien esto escribe, al cual le correspondió el ingrato papel de Defensor, en el Consejo de Guerra: ante el pelotón de fusilamiento mostró gran entereza y pidió se le diese tiempo para poder renegar públicamente en la revolución en la que había participado y los daños que hubiese podido causar con su acción. 
 
(*8) D. José María Martínez Sánchez: (Parres – Asturias 11.02.1884 – 12.10.1934 Sotiello – Gijón). Al decir de la información familiar de la que esto escribe: “Persona honrada a carta cabal”. De claras y profundas ideas anarquistas. Luchador infatigable a favor de la justicia como él la entendía y vivía (ser consecuente con lo segundo, suele ser lo más difícil). Codirigió la revolución de octubre de 1934, siendo miembro del Comité Revolucionario de Oviedo. Consecuente con su forma de ver y entender la vida, al darse cuenta de que todo estaba perdido, fue claro partidario de la rendición, a la que se opusieron los comunistas. Siendo posiblemente esta, su postura, la que le costó la vida, sin que realmente fuese aclarada su muerte, por accidente o por asesinato.
 
(*9) D. Eduardo Lopez de Ochoa y Portuondo: (Barcelona 28.01.1877 – 17.08.1936 vilmente asesinado en Madrid y decapitado su cadáver). General de división, de claras ideas liberales, colaboró activamente en el advenimiento de la dictadura de Primo de Rivera, siendo designado Gobernador Militar de Barcelona, posteriormente, dada su ideología liberal, pro republicana y su condición de masón, lo llevaron a la cárcel en 1925, debiendo exiliarse a Francia. Desde allí participó activamente en el fracasado golpe de estado “Joseniano” (de José Sánchez Guerra), donde dentro de sus planes figuraba el sublevar la guarnición de Barcelona. En 1930 publica “De la Dictadura a la República”, libro prologado por Eduardo Ortega y Gasset. Por esa misma época se vio involucrado en la intentona pro republicana de diciembre de 1930.
A pesar de su participación en las guerras de Cuba y del Rif, su formación militar, a decir de los conocedores, era un tanto limitada, siendo sin embargo un “buen conocedor de ante despachos, despachos y cabildeos”.
D. Niceto Alcalá Zamora, tras tildarle de presuntuoso: reconoció en medios próximos a él, que la afirmación vertida por el general, sobre su designación para sofocar la insurrección asturiana de 1934, se debió a una decisión personal Presidencial, ya que al intervenir en la misma Franco y militares como el Tte. Coronel Yagüe, consideró oportuno contraponer dos concepciones militares. Si bien es reconocido por D. Niceto,  qué por falta de capacidad y realismo en el pacto establecido con D. Belarmino Tomás para la rendición de las cuencas: “Se dejaron tantos cabos sin atar”, que se hizo necesaria la posterior designación del comandante Doval.
Lo que desde ningún punto de vista lógico, es disculpable, fue su asesinato por “saca” del hospital madrileño donde se estaba reponiendo de una operación, y menos aún su decapitación y empalado con su cabeza.
 
(*10) D. José Solchaga Zala: (Muñaín de la Solana 08.10.1881 – 11.09.1953 San Sebastián). Oficial de Infantería procedente de la Academia de Toledo, graduado en 1899, tras varios destinos peninsulares, con el grado de capitán fue destinado a Marruecos, donde por méritos de guerra fue ascendido a comandante. De ideas carlistas y católico practicante.
Durante la Revolución de 1934 en Asturias, al mando de una de las tres columnas, en base a los acuerdos establecidos por el general Lopez de Ochoa y Tomás Álvarez, tomó  la cuenca del Nalón sin disparar un solo tiro.
Posteriormente participó activamente en la sublevación militar que nos condujo a la cruenta Guerra Civil. A pesar de sus ideas monárquicas y  clara disidencia con el Dictador, alcanzó el grado de Tte. General. 
 
(*10) D. Lisardo Dobal Bravo: ( Perlio 20.01.1888 – 15.10.1975). Oficial procedente de la Academia de Infantería de Toledo, posteriormente se incorporó como oficial a la Guardia Civil, permaneciendo destinado en Asturias, tanto en Oviedo, como en Gijón. Con anterioridad a la revolución de octubre de 1934, ya gozaba en círculos de la izquierda Asturiana de fama de “duro”.
Dados todos los dicterios e improperios que la izquierda asturiana le dirigió en su día y aún hoy le dirige a su memoria, se hace imposible realizar una semblanza aproximada de sus actuaciones profesionales, incluidas sus extra limitaciones. Si puede afirmarse que mientras que él siempre estuvo limitado por la Ley, la mayoría de los que a él se refieren, se creyeron en algún momento identificados con ella. De ahí los desmanes cometidos y no reconocidos, y a posteriori justificados o tratados de justificar con el ventilador en marcha.
De su actuación en la represión de la Revolución de 1934, en gran medida hay que culpar a los “acuerdos, pactos o compromisos no establecidos entre el general López de Ochoa y Tomás Álvarez”.
De su estancia en formación policial en EE.UU. los informes facilitados son excelentes, destacando su sagacidad, seriedad, capacidad de trabajo y sentido del deber.
Al producirse el Golpe Militar que nos condujo a la cruenta Guerra Civil, se adhirió desde el primer momento a él.
A nivel familiar, el concepto personal y profesional de este militar deja mucho que desear. No obstante por razones de equidad, aquí lo dejo…
 
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El texto y la investigación que subyace pertenecen a Audrey y yo. Si vas a usarlo, cita la fuente
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 

 

4 comentarios:

  1. Como habitual entre sus fieles lectores, decirle qué está superando todas las expectativas.
    La cronología seguida, como la introducción de comentarios, totalmente acorde al desarrollo narrativo de tan cruentos acontecimientos. El paralelismo que cita y establece entre Octubre del 34 y la Invasión de Abisinia, muy oportuno. Pertinente mención el posicionamiento socialista, con respecto del régimen fascista italiano.
    Las lacónicas aclaraciones a los personajes intervinientes, hablan por sí solas de la documentación que maneja, y de su esmero en alejarse de todos y cada uno de ellos y de sus actuaciones.
    Una vez más la felicito. Excelente trabajo.

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    1. Muchísimas gracias por su elogioso comentario. Me hace muy feliz saber que esta sección, cuenta con fieles lectores.
      Gracias una vez más por leerme.

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  2. Más extensión es posible, mejor condensación no.
    Magnífico trabajo y escrupulosa imparcialidad.
    La felicito por esta recreación histórica, que tan conveniente puede resultar en tiempos de olvido interesado.

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    1. Siempre he sentido un enorme amor por las palabras, por la búsqueda de la palabra precisa más bien. Con los años me ha ido llegando una especie de "menos es mas" que espero no termine en el Haiku literario.
      Gracias por sus palabras y por leerme.

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