Estuve malina

La semana pasada me puse malina. Empecé con tos y tuve fiebre y todo. No pude ir a la guarde y lo peor fue que el viernes tuve que ir a ver a Elena. Elena es mi pediatra, mamá dice que es simpática y que no tengo que tener miedo a ir a verla. Yo creo que mama no se da cuenta de que Elena es medico y me da miedin por eso, ¡esta mamá!...
Ayer olvidé a mi muñeca Minnie en casa de los abuelos, dije a mama que les llamara y dijera que "tenían muy mala cabeza" porque me dejaron marcharme sin ella.
El finde lo pasé muy bien, me llevaron a todos los parques que me gustan. Se me quitó la fiebre y corrí y salté un montón. El domingo papa y mama me compraron un hulahop, ¡fui tan feliz!, es pequeño y de color azul y me meto dentro y salto. Mama lo hace girar en una mano, pero yo todavía no se hacerlo, ¡luego comí gusanitos y un huevo de chocolate!, lo pasé tan bien que luego de noche no me dormía porque tenía que contárselo a Teddy y los demás peluches. Hoy ya volví a la guarde y le conté a la profe que estuve malina y que por eso no podía colorear. Bueno, os dejo que voy a ver unos dibus y a dormir. ¡Hasta luego!

Pereza

Pereza me produce todo lo que ocurre en España, del sinsentido de la realidad inventada que viven algunos, hasta la ceguera institucional de otros. Me aburre que nos traten como a borregos y que nos hagan comulgar con ruedas de molino. Juegan con las palabras, porque creen que las palabras no importan, pero las palabras acaban matando personas, lo que mejor hacia Hitler era hablar, sino, superad el asco y escucharle en YouTube, aunque uno no le entienda se da cuenta de que era un líder carismático. Por circunstancias personales yo tengo una visión muy cercana de la realidad Yugoslava, una realidad que llevó a una guerra civil, cruenta y terrible, genocidio incluido. Parecía imposible que en Europa y en pleno siglo XX hubiera una guerra... pero la hubo, ¡Vaya si la hubo!. Hay un pequeño cementerio en Livno, un pueblo de la Croacia ubicada en Bosnia Herzegobina, donde hay cinco lapidas, tres son los hijos que un padre perdió en la guerra, el mayor tenía veinte años, la otra es de la madre asesinada y la quinta, vacía, es la del padre que sobrevivió, para desear cada día estar enterrado con ellos. Esa y no otra es la realidad de la guerra y del sin sentido de las palabras.

Mi semana

¡He pasado una semana estupenda!, empecé el domingo pasado. Estuve en la fiesta de la Virgen de los Remedios en Guimarán. Me invitó Herminio, el amigo de abuelito a su casa a comer. Primero estuvimos en un prado donde estaba Jesus, ahora ya lo digo bien, no digo Chechus. Había unas señoras cantando y tocaban las gaitas, ¡me gustan mucho las gaitas! luego Abundio y Herminio se pusieron un vestidin blanco y hablaron mucho rato y la gente les escuchaba. Yo aproveché para que me compraran un globin, pero me gustó estar allí porque había mucha gente sonriente. Lo unico que no me gustaron fueron los voladores, ¡lloré y todo!, ¡que miedin pasé!, pero papá y mamá me dieron muchos miminos y se me pasó. ¡En casa de Herminio lo pasé tan bien que ni dormí siesta!, Jugué con unas niñas mayores que yo, como de siete años y cogimos caracoles, jugamos con el agua, corrimos por el prao... creo que mami se despistó y no se dió cuenta de que no hice siesta yo por si acaso disimulé todo lo que pude. ¡Fui tan feliz!
El resto de la semana ha sido igual de estupendo, ya me gusta mi nueva guarde y mi profe Juani que me da besinos cuando llego por la mañana. Los niños gritan muchísimo y lloran y eso me gusta menos pero lo paso muy bien. Ahora os tengo que dejar, llegué ahora del parque y voy a bañarme y cenar.

Palabras

Mi abuela Encarna tuvo dos penas en su vida; Una, no haber podido pasar más tiempo con su madre, era la menor de dieciséis hijos y dos, no haber podido ir a la escuela, empezó a trabajar con tres años llevando las vacas del vecino al prado. De ella aprendí que la educación no es un derecho sino un privilegio y que las palabras tienen un significado preciso. El mayor insulto que le oí a mi abuela fue Mentecato/a, claro que como ella lo pronunciaba, ¡Meeentecato!, talmente parecía que estaba diciendo algo gordísimo y no solamente tonto con vistas o bobo solemne. Otro allegado a la familia, letrado de profesión, usaba únicamente como insulto la palabra Majadero/a, con la J muy pronunciada, ¡MaJJJJadero! y cuando lo decía sonaba como si se estuviera acordando de toda la parentela de alguien. En ellos pensaba yo ayer, cuando una pandilla de adolescentes pasaron a mi lado mientras estaba en el parque con mi hija.

El miedo

Hace poco leí un libro en el que uno de los protagonistas, lo que pedía a cambio de una enorme traición, era que le quitaran el miedo. Eso y algo que mi hija me dijo esta semana me ha dado mucho que pensar. Nos pasamos la vida con miedo, nacer es un instante aterrador, un momento en el que cambiamos de hábitat y vamos hacia lo desconocido, caminamos hacia unas luces que intuimos al fondo y lo hacemos con el corazón acelerado y en medio de la angustia. Luego algunos lo olvidan, a otros se les queda en el subconsciente, ese gran almacén de cosas que tendemos a ignorar pero que están ahí. Mientras crecemos comenzamos a temer otras muchas cosas, la enfermedad, la muerte de los seres queridos, la soledad...

Empiezo la guarde

Hoy empecé en la guarde nueva, me llevaron papá y mamá, es un sitio bonito y hay "cocós". Cuando llegué iba un poco contenta, pero cuando vi que se iban papi y mami me entró miedo y empecé a llorar. Luego se me pasó y estuve bien, hay otros niños y los demás también lloraron muchisimo. Mi profe se llama Juani y me gustó, es simpática. Mañana vuelvo a ir, ¡a ver que tal!. Hoy comí lentejas, ¡me encantan las lentejas! y con lo de la guarde nueva, ¡tenía un hambre!...
Después de la siesta vi los dibus un rato y pinté con mamá, me gusta dibujar pero a veces pinto donde no debo y mamá se enfada un poquito. Luego vinieron "aba" y mi amiga "marijose", nos invitó a merendar chocolate con churros por su prejubilación. En fin, que ahora estoy cansada, porque todo eso de la nueva guardería me agotó muchisimo. Hoy le conté a mamá que cuando nací tuve miedo y lloré pero luego la vi y se me pasó, mamá se emociono porque me acuerdo de algo así.
Ahora voy a bañarme y cenar que tengo mucho que contarles a mis peluchinos.

Ando cansada

Estos días ando cansada, también algo repunante y no estoy comiendo bien. Ayer no comí nada en casa de abuelito y se enfadó un poco. Dice mama que ando acelerada y papá que me va a salir un diente, pero no. La verdad os la voy a contar a vosotros, ¡ando nerviosa porque empiezo a una nueva guardería!, se que empiezo el martes, pero no se cuando es el martes y eso me tiene acelerada. Tengo ganas de ir porque tengo un mandilón nuevo con mi nombre bordado en azul, además mamá le puso mi nombre a un montón de cosas, ¡hasta un vaso y un peine!, pero por otro lado me asusta eso de que sea un sitio nuevo donde no conozco a nadie. Además me gustaría hacer amigos, como Caillou, el niño que veo en la tele, o como Mickey que es amigo de Donald y no se si sabré hacerlo.Mamá me dice que voy a tener muchos y que lo voy a pasar muy bien porque voy a aprender a escribir y a saber cuando es el martes.