lunes, 1 de abril de 2013

Preservemos la inocencia

Educar a un hijo no consiste en darle cosas, ni eso que llaman hoy en día Quality time, tampoco dar fiestas con cuatro mil euros en confetti. Educar a un hijo consiste en prepararle para ser una persona de provecho. ¿Antiguo eh?, pues eso es lo que pienso y lo que mi abuela decía. Por desgracia parece que los valores como la honestidad, la decencia, la caridad, la misericordia, la bondad, etc, se han quedado para el Bushido (código samurai), o para los cuatro que creemos en ellos. Entre uno y tres años, los niños, deberían ser protegidos como el lince ibérico o el oso.

Hace poco leí el libro de Risto Mejide "Annoyomics", me llamó la atención sobre todo, la anécdota de los Reyes Magos y su madre. Quizás el esfuerzo de ella por preservar su inocencia, le ha convertido en un hombre seguro de si mismo. No se si de provecho, porque es algo Obnoxius (no hay termino en Castellano mejor que este para él), pero creo que lo bastante valido en esta sociedad de ovejas. Prefiero que mi hija sea un verso libre que un verso sin rima, sin gracia y en una mala poesia. Pero ese es otro tema.
La infancia es un tiempo, en el que todavía hay mas belleza que fealdad. ¡Preservemos su inocencia!, eduquemoslos en el amor, ¡que vean Disney!. Ya tendrán una "mejor amiga", algún "compañero amable" de facultad o "buenos compañeros de trabajo" que les enseñen la cara fea. Cuidemos lo que ven en la television, no dejemos que sepan o vean lo que aun no pueden entender. Ya hay bastantes niños en el mundo que no pueden permitirse elegir, los nuestros si pueden, eso es lo que nuestra sociedad puede darles, una infancia. No se la arrebatemos antes de tiempo.

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