Ayer estuve por primera vez en urgencias. Llevaba unos días malina y con fiebre, pero el sábado por la noche vomité y me subió mucho. La verdad que me asusté. En casa vivía una cobaya , Oliver, que se puso malin y no volvió. Mamá ya me explicó que no era lo mismo y que yo estoy bien. Pero aun asi lo pasé mal. Cuando ayer me llevaron al sitio grande ese si que me asusté. Vinieron todos conmigo, papa, los abuelos, mamá y erizin mi peluche. Había muchos niños tosiendo y tuvimos que esperar mucho rato. Al final una señora muy simpática me atendió. Me dejó jugar con una cosa fría que me puso en el pecho y con una linterna que me metió en el oído. Lo malo vino después...¡me quitaron el pañalin para pesarme!, ¿pero por que me pesan tanto?. Al final parece que estoy bien, que es un virus fuerte de catarro que afecta a los ojos y da mucha fiebre. La señora simpática me dibujó un conejo en un palo de madera y me dió una pegatina que decía que fui muy valiente. Aun así, prefiero no tener que volver.
Hoy estoy mejor, aunque sigo con fiebre y no fui a la guarde. Ando cansada y sin hambre, pero en cuanto me ponga mejor, ¡voy a comer un montón de galletas!
Es increible la experiencia.
ResponderEliminarEn mis Libros de Urgencias dicen tntas cosas que ya quisiera estar ahi