Toda la vida me han encantado los insectos y los anfibios. Entomología y herpetología, dos profesiones que seguramente los millonarios gurus del cambio climático ni conocen. La cosa es que ayer, viendo una serie documental que me encanta sobre el Zoo del Bronx, me dio por pensar sobre el largo plazo.
El zoo del Bronx es una interesante institución que, a modo de arca de Noe, cuida y preserva especies animales. No solo los exhibe, obvio, sino que los estudia y trata de mejorar sus vidas. Lo más interesante son los planes a largo plazo que desarrollan. Quizás el más llamativo sea el de los patrones visuales de los pájaros, encaminado a que dejen de morir estrellándose contra las ventanas de los rascacielos, aunque particularmente, mi preferido sea el del sapo aerosol.
El diminuto aerosol es oriundo y exclusivo de Tanzania, aunque ahora tiene unos primos del Bronx. Casi al mismo tiempo que se descubrió su existencia, se supo que estaba en peligro de extinción debido a que viven bajo las cascadas, y a los humanos les da por construir por todas partes. Digo yo, que ahí harían falta algunos de los del cambio climático. En el año 2000 un equipo del zoo del Bronx se desplazó a Tanzania y recogieron unos especímenes. En el año 2019 liberaron de nuevo en su hábitat un enorme numero de ellos; fuertes, sanos y mascando chicle.
Ese milagro biológico no hubiera sido posible sin: planificación, cooperación, y mucho esfuerzo. Me olvido del dinero, porque habiendo lo otro, la financiación siempre se acaba encontrando. Ese milagro fue fruto de una visión a largo plazo. No fue una decisión tomada hoy en base a una encuesta, o una tendencia de la red del pajarito. Había un objetivo de sostenibilidad; de crecimiento; de durabilidad. Subyace un verdadero concepto de lo que debería ser la ecología.
Personalmente me emocione cuando los liberaron viendo como saltaban y brincaban en su hábitat natural; la naturaleza es perfecta, los humanos no.
El tema es que pensando en eso, me río hoy por no llorar, cuando los periódicos nos cuentan que el oro que Solbes vendió en el 2007, vale hoy más del doble. La risa viene porque desde que existe el patrón oro, todo ser normal, sabe que es el valor refugio; el ultimo bastión. Curiosamente eso te lo cuentan en una asignatura de primero de carrera de económicas, debe ser que pare ser vicepresidente económico, eso no hacía falta saberlo. O tal vez, aventuro yo, a este señor el largo plazo se la traía al pairo. Fue una decisión que sirvió a los intereses que fueran, en el momento que fue, y al resto,..., bueno, pues que nos den por donde amargan los pepinos ¡A quien le interesan más de cuatro mil millones de euros!
Otra noticia: "Navegaban por el mar Tirreno cuando les sorprendió la erupción del volcán Estromboli".
Solo una pregunta: ¿Ya ha salido el millonario del hijo de la de Mónaco con la sueca en ristre, en su barco a luchar contra la contaminación piroplastica? Porque dos pedos de ese volcán, acaban de polucionar más que todo lo que nos han contado en el ultimo G7, o como se llame ese show televisado.
Ahora nos dicen que la economía Americana entra en recesión por culpa de las exportaciones a China. Curioso que cuando se desmorona el encaje de bolillos que tenían montado en Alemania, la noticia sea que: "igual", "tal vez", "parece ser que" la economía Americana entra en recesión. Es tontería, pero igual podríamos detenernos a pensar en el motivo que ha llevado a los USA, a no querer exportar a China. Asimismo igual podríamos pensar porque América esta llena de Chinos. A lo mejor es que es mejor vivir en una economía de mercado que en lo otro.
Y podría seguir hasta aburrirme hablando del cortoplacismo, la falta de miras, la falta de generosidad y grandeza de los que nos dirigen. Pero ¿para que?
Nosotros somos el próximo sapo aerosol, y solo una visión a largo plazo, una mirada geopolitica amplia y generosa nos puede salvar. Desde luego, con políticas y gestos basados en: la foto, la encuesta, el mandato, pagar la casa, las elecciones y las tertulias televisivas, no vamos a parte alguna.
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