viernes, 30 de marzo de 2012

Concierto de Semana Santa (yo)

Yo no soy mucho de coro. Tras esta afirmación si tengo que decir que hay obras con parte vocal de las que disfruto enormemente. Los Requiems de Mozart y Verdi, El Mesias de Haendel o  Carmina Burana entre otros. El concierto de Semana Santa de la Ospa constaba de dos obras con coro. Las Antífonas de la Coronación de Haendel y la Misa en Do  mayor "Coronación" de Mozart.


La obra de Haendel nos demuestra, una vez más, como la música clásica, está más presente en nuestra vida de lo que creemos. Sin ir más lejos, el Himno de la Champions, que siempre me ha parecido precioso, no es mas que los primeros acordes de ,Zadok the Priest, la primera parte de las citadas Antífonas. También muy conocida porque preside casi todos los actos Reales de la monarquía Inglesa. La obra, estuvo correctamente interpretada por la Ospa y por el coro, pero les faltó fuerza. Quizás es que estaba inicialmente escrita para un coro de doscientos miembros y para ser interpretada en una catedral. Quizás le faltaba ese eco que dan el espacio, la altura y la piedra, pero le faltó magnificencia. ¡Le faltó blaster, rock and roll, fuerza, caña!.
En fin, que esta vez no me pude abstraer de la señora del caramelito o el señor de la tos. ¡Que cruz!.
La segunda parte del programa me atrajo más. La misa de Mozart tiene un carácter menos rockero, menos de estadio grande. Aunque los expertos la califican de una de sus obras menos intimistas para mi es al contrario. Es una pieza bella y recogida. Me gustó muchísimo la voz de la soprano Nuria Rial. De la mezzo no opino porque no logré escucharla en ninguna de sus intervenciones. Muy bonitas también las voces del Tenor ,Albert Casals, y del Barítono, David Menéndez,. El Agnus Dei estuvo bellamente interpretado por la soprano que le confirió toda la delicadeza de la que precisa. También estupenda la orquesta en su pizzicato. Sordina de cuerda que acompañó hasta llegar al in crescendo final.
Ayer no diría yo que la orquesta tuvo uno de sus días más brillantes. El hecho de que sorprendiera a varios de sus miembros mirando el reloj con insistencia me indica, que el feeling no era el adecuado.

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