El domingo ponen en la tele dos de mis programas favoritos. En la cuatro ,el de Jesús Calleja, "Desafió Extremo". En la MTV el reallity de Mario y Alaska. Los tres protagonistas tienen algo en común; El trabajo. Ninguno de ellos está donde está por casualidad y ninguno de ellos se queda en casa de brazos cruzados esperando a que la vida les de algo. Aquel que dijo que las musas para inspirarte tienen que pillarte trabajando, ¡tenía mucha razón!. Siempre que veo a cualquiera de ellos me sorprende ver lo mucho que trabajan.
De Mario y Alaska, me sorprende siempre, lo normales que son en su casa. Con sus cosas, claro, pero normales.
Ayer Alaska y su marido jugaban con el hijo de su asistenta. Me agradó ver que la dejan llevar al niño al trabajo. Al fin y al cabo se puede limpiar la casa y tener al niño jugando sin ningún problema. ¡Todas lo hacemos en casa! pero pocas podemos llevárnoslos al trabajo. Además, ¡que la cuiden! ¡que tiene la casa como los chorros del oro!. Por cierto que le copié a Alaska lo de frotar un globo para que adquiera electricidad estática y pasarlo por el pelo de Audrey. ¡Vaya como se rió con las cosquillas que le hacía!.
El programa de Jesús no acabé de verlo. Este formato con una pandilla de personas novatas tipo GH en el Himalaya, ¡me da mucha pereza!. Francamente la televisión no tiene porque ser estrictamente cultural o divulgativa, pero desde luego tampoco vulgar. Ya que mi único medio de queja o expresión es el mando a distancia, lo usé y apagué la tele. Para ver mala educación y malos modales no pierdo horas de sueño.
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