Me pasa de todo (Audrey)

Me pasa de todo. Empecé la semana mala, tenía muchos cocos (mocos) y no me encontraba bien. Además me salieron puntitos rojos por sitios, muy graciosos hasta que vi que me picaban. Ya sabía yo, que todas esas cosas juntas iban a llevarme de camino a Elena, mi pediatra. Me gusta Elena, pero no me gusta ir a verla donde trabaja. Al final resultó que tenía un virus, mi segundo virus, esta vez el “Mano-Pie”.

Con lo bonito que había sido el finde que había venido Ramón a vernos desde Galicia. Comimos y lo pasamos muy bien. Me dijo la abuela que Ramón fue el que casó a los abuelos y a papi y mami. Os lo cuento como dato pero no sé lo que significa ni porque tiene importancia. Lo interesante es que Ramón jugó mucho conmigo y me regaló un oso, que se llamó Moncho y música de niños que cantan bonito.

Al salir del médico dijo papi,” que lo bueno es que no tengo fiebre y que ya no era contagiosa”. Vete tú a saber qué es eso… la cosa es, que como no soy contagiosa pude ir a la guarde con los otros “nenós” que según papa son los que me contagiaron el virus.

Mamá se puso mala también, está peor que yo que tose muchísimo, pero ella no fue a Elena. También va a su guarde, que se llama trabajo, y por lo visto está muy cansada. Papa tose un poco y el abuelo está malísimo. En fin, que con este panorama llegamos al jueves y resulta que me caigo y me muerdo el labio. ¡Me dolió muchísimo! Además me salió de la boca una cosa roja y mami se asustó y lloraba y papá gritaba y yo lloraba también. Papa corrió a “la farmacia” que no sé donde es y vino con una bolsa llena de cosas. Me lavaron con algo que picaba y me echaron una pastita y mejoré algo. Luego mami me puso burbujas de jabón en la bañera “para que  fuera feliz” y nos reímos mucho con el pato que no se veía con la montaña de espuma y luego me enseñó en el espejo que se me había hinchado la boca y me hizo gracia. Al final cené y me metí en mi saco a dormir tranquila.

¡Ah! Por fin salió en la tele lo que grabaron en mi guarde, ¡salimos muy guapos!