Una de libros

     Tengo un verano muy lector. Estoy releyendo por novena vez, (lo sé es una pasada), la serie de Harry Potter. Soy una súper fan de esos libros y una vez al año, más o menos, los revisito. He leído otra serie de libros de ciencia ficción que me ha gustado, pero que estaban faltos de la humanidad que impregna la serie de J. K. Rowling. He revisitado: "Moby Dick"; "Orgullo y prejuicio"; "Una habitación con vistas" y "Terrorismo, terremoto, barbarie y utopía". Leído el ultimo de la Nothomb. Terminado un par de libros de consulta sobre psicología y abandonado por imposible un tercero. Leo muy rápido y como veréis con amplio "scope" de intereses. Un único denominador: el libro tiene que estar escrito con una buena prosa, o enseñarme algo valido que merezca una infecta.

Una vez me hicieron un test y leía casi 500 palabras por minuto con plena comprensión. Es una bendición y una cruz. Los libros no me duran mucho y además, no lo puedo evitar, me gustan los libros de papel no electrónicos. Pese a todo la mayoría de lo que compro es en ebook -  mucho menos bonito, pero más económico en dinero y espacio -.

Mi semana (Audrey)

Ayer mi mamá me compró el nuevo uniforme del cole. Este año empiezo primaria y ya no llevo el mismo. Le dije que me parecía horrible, pero me encantaron la falda y los zapatos ¡Ya sabéis que me gusta mucho estrenar zapatos! Se lo dije porque no tengo ganas de empezar ni el colegio, ni mucho menos la primaria.

Ayer acabé un curso que estuve haciendo de teatro. Me lo pasé genial porque hicimos muchas cosas de teatro y circo. No se si lo hago bien, pero hice amigos y disfruté. Me dijeron que dibujaba muy bien y eso me gustó. Ya se que dibujo bien, pero me gusta que me lo digan.

Mis amigos de peluche: "Pelusin" el gorila, "Mango" el perro y "León" el León, se han pasado el verano haciendo cosas divertidas y no tienen ganas de volver al colegio. Han ido a muchos sitios: Marina Dor, la Warner, el parque de atracciones de Madrid, parque acuático... a mi no me llevaban. Iban y venían en el día mientras yo iba a mis cosas, o a coger cangrejos con papá a la playa, y luego me lo contaban a la vuelta.

El "Pelusin" iba a ballet, pero esta semana le dijeron que lo hacia tan bien, que no hacia falta que siguiera con las clases. Dice mamá que tengo que apuntarlos ahora en septiembre a la guardería. Ella piensa que me van a echar mucho de menos cuando me vaya al cole, y que les va a venir bien hacer sus propios amigos. Me lo pensare. Igual los mando a la misma que yo fui con mi Juani querida, que seguro que allí son felices.

Ahora os dejo porque esta la marea baja y me voy a las rocas con mi padre. Soy una súper experta pescadora! Aunque no os preocupéis, meto los bichitos en el caldero y luego los suelto para que vuelvan a casa con la familia.

 

Audrey, Hepburn esta vez

  Cuando comencé este blog escogí el nombre de "Audrey y yo" porque era el nombre de mi hija. Es curioso pero nunca pensé en la otra gran Audrey: la Hepburn. Más curioso aun si tenemos en cuenta que ella forma parte de mi imaginario vital junto a unos pocos más. Tampoco mi hija se llama así por ella, sino por otra, y os confieso que de ser niño hubiera tenido un conflicto tratando de llamarlo Adriano ante la airada oposición de mi esposo.

    Yo soy una admiradora de la Hepburn icono, no de ella como actriz. No porque fuera mala, que no lo era, sino porque ELLA siempre trascendía a sus personajes. Mi película preferida, supongo que soy poco original, es: "Desayuno con diamantes". Cada poco la vuelvo a ver porque soy una persona muy visual, y me inspiran la belleza y la elegancia, y porque adoro la energía que desprende NY.

Mi verano (Audrey)

¡Hola a todos! He pensado que os iba a contar que tengo un gorila de peluche al que adoro que se llama "pelusin". Es como un pequeño "paisanin". Fuimos un día al zoo de Cabarceno y se vino con nosotros. Desde entonces somos amigos y le quiero mucho. Tiene tres años. Va a tenerlos toda la vida, porque cuando crecen, los peluches ya no son tan simpáticos como antes. Lo mismo me pasa a mi. Desde que cumplí seis años me enfado más y desobedezco. A veces mis padres se enfadan mucho, pero en realidad no se que me pasa. Mama me cuenta cosas de su pasado y me explica todo, pero yo creo que es porque estoy enfadada. No me apetece ir a primero de primaria. No quiero estudiar, ni hacer deberes, y tampoco que los niños crezcan y cambien.

¿Os conté que estuve en el campamento de ingles? Voy desde que tengo tres años y tengo muchos amigos ya ¡Me lo pase muy bien! aunque no todo el tiempo a ratos me aburrí. Dice mamá que tengo una mente demasiado inquieta ¡Vete a saber lo que quiere decir! No siempre la entiendo aunque es muy buena.

El otro día fuimos de excursión y camine nueve kilómetros. Me lo pasé genial porque nos bañamos en un río. El agua de los ríos es verde y no azul como la del mar, es raro, y además esta friísima. Lo bueno es que hay muchísimos bichitos: pececitos, zapateros de agua, libélulas como helicópteros... Por el camino encontré muchísimos escarabajos y hasta un longicornio. Luego me comí un helado porque había muchísimo calor.

Os dejo que voy a salir con la bicicleta un rato.

Venezuela

Le recuerdo a pesar de los años transcurridos porque se parecía mucho a Chayanne el cantante. Voy a llamarle Cesar. 

César  era un tipo educadísimo e inteligente, de los que te hacen pensar con admiración  ¿Cómo es que los Españoles hemos perdido esas formas? Siempre atento con todos, inteligente y amable.

Ironías del destino, compartí con él unos cursos de Supervivencia.  Aquellos cursos merecen un post por lo mucho que aprendí de la vida y su dureza gracias a los pescadores/as Gallegos. La dignidad del que trabaja duro y sonríe enseña más que otras cosas, pero este post es para ellos: para los Venezolanos.

Harry Potter no conseguía quitarse de la cabeza los gritos de su madre antes de morir, y yo hoy no consigo arrancarme uno: "Se están llevando a Ledezma, se están llevando a Ledezma" La angustia de esos gritos refleja la de un pueblo, el venezolano, que chilla ante el horror de la muerte y la dictadura ¿Qué se hace cuando gritas y nadie te escucha?