domingo, 13 de diciembre de 2015

Sobre Shostakovich y la innovación

Creo que ya os he comentado en algún post anterior que tengo dos conciertos para piano preferidos, uno es de Rajmaninov y el otro es el concierto para piano nª 2 de Shostakovich. De este ultimo considero que el andante es una autentica delicia melancólica pero esperanzada, que se corresponde muy bien con el estado de animo del compositor. No es de música de lo que os quería hablar, sino de artistas y la incomprensión que lo novedoso o diferente suscita.
Cuando Shostakovich autentico niño prodigio de la música, y acostumbrado solamente al éxito publico su obra Lady Macbeth, se vio sorprendido por un articulo del periódico Pravda titulado "Caos en vez de música" que condeno la obra y arrojó calificativos tan ácidos como originales; antipopular, pornofona y demasiado formal. ¡Brutal el termino pornofona!

Aunque todo terminó bien y el músico ocupo en su época y en la historia, el lugar que le correspondía, durante un tiempo, el peso de aquel ataque brutal pesó sobre su animo, sus ingresos y su estatus como músico. No solo eso también peligro su libertad, ya que detrás de aquel articulo se encontraba el régimen de Stalin.
Actualmente su opera es aclamada ya que se considera una performance esceno musical más que una opera, (casi un musical de Broadway sino fuera por la sordidez), por ser una visión irónica y critica de la Rusia de Stalin, que aun arrastraba muchas de las lacras de la Rusia zarista, como la corrupción y la miseria en la que vivía el pueblo oprimido, y porque a modo de video musical actual, la música acompañaba la trama de un modo muy realista, de ahí el termino pornofono ya que la música que representaba los momentos sexuales se consideró demasiado morbosa en la época.
A mi no me gusta esta obra y entiendo la ruptura que representó para el panorama musical de 1934, pero sobre todo, comprendo lo incomodo que resultaba que alguien pusiera de relevancia los pecados y faltas de una sociedad, la de Stalin, en la que al que hablaba de más, se le sometía a una purga...
Aquellos que tiene la capacidad de ver más allá, o de analizar algo más profundamente que el resto, sufren normalmente el ataque de una critica demoledora. Tristemente esa critica no se basa en lo leído, o lo escuchado, sino en lo revelado. No suelen gustar aquellos que dicen la verdad, o los que ponen de manifiesto aquello que esta oculto. Tampoco se comprende bien a los precursores de algo, así suelen ser más famosos los seguidores que aquel que crea una cosa.
La figura de este músico es el ejemplo de persona con una claridad de ideas, y una vida intensa, cuya voz intento ser sofocada en muchas ocasiones, y que para poder vivir, al final tuvo que unirse al partido comunista, (parece ser que no por convicción propia).
Aquel que no quiere claudicar sufre muchas veces con su bandera en alto, le pasan muchas olas por encima, muchos vientos intentan que no llegue a puerto, y experimenta mucha soledad e incomprensión. Es cierto que en el camino encuentra aliados, incluso amigos, pero siempre se pregunta, ¿por que ellos no lo ven?
Mi pintor preferido es Van Gogh, siempre me horripila pensar, que uno de los más grandes de la historia, murió en la miseria y pensando que era un desastre como pintor, que solo vendió un cuadro en vida, y fue a su hermano, y que jamás supo de todo lo que ocurrió después con su legado.
No siempre es sencillo mantenerse fiel a un espíritu, a una idea, o a un modo de actuar cuando parece que no sirve para nada, pero a mi me ayuda pensar en el articulo de pravda, en la depresión que tuvo Rajmaninov cuando dijeron que no sabía componer tras sus primeras obras, o en tantos escritores rechazados por editoriales y concursos, o personas acosadas por decir la verdad y ser fieles a si mismos.
Hay un dicho italiano que dice "Il lupo perde il pelo ma non il vizio" quiere decir que es difícil eliminar las malas costumbres, porque uno es, como es. Aplicándolo al propio carácter podríamos decir que cuando uno es de una manera, no puede cambiar para acomodarse al rebaño por mucho que a veces, uno deseara hacerlo.



















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