lunes, 21 de diciembre de 2015

El puente de los espias y Spielberg

Steven Spielberg tiene una cualidad que yo admiro por encima de todas las demás: ser un Pepito grillo. Es cierto que es muy inteligente, genial como director y a que el le debemos mucho aquellos que amamos el cine, pero lo mejor que tiene no es eso, sino sus valores morales.
A mi me da la impresión de que cuando siente que el mundo olvida, nos hace una peli en plan recuerdo. Unas son más logradas que otras  pero a la historia pasará "La lista de Schindler" y creo que merecería hacerlo "El puente de los espías".
No sé si es que últimamente estoy muy sensibilizada con el tema, (del desastre político que se nos viene encima ni hablo), pero me gusta saber que hay personas que ven las cosas como lo hago yo.
Hay ocasiones en que uno se siente muy solo cuando mira al horizonte, y conforta saber que hay otros como Spielberg, que también sienten la necesidad de explicar lo que realmente es la libertad, y lo que realmente es el comunismo.
Seria muy largo diseccionar esta película y tampoco quiero destriparla puesto que está en cartel, pero para mi bastan los detalles . (Hay spoilers así que el que no la haya visto y piense hacerlo que no lo lea).
Hay una escena con la que yo, como americana de espíritu me siento plenamente identificada, en la que Tom Hanks explica que lo que a una persona la convierte en Americana es aceptar el libro de las reglas, es decir, la constitución que rige ese país. Implícito esta que aceptarla es acatar las libertades que representa, aunque no vengan bien a veces, y cumplir con las obligaciones como respetar a los otros y sus libertades individuales. La famosa primera enmienda es a veces muy fastidiosa, porque respetar según que credos, y según que ideas, a veces toca mucho las narices, pero la libertad va por delante y eso es algo que en esta España chafardera deberían aprender, quizás si lo hicieran, no volveríamos a escuchar estupideces como las escuchadas en los debates.
Otro momento impactante es cuando Tom hanks ya de vuelta en casa,  ese hombre recto y con las ideas muy claras acerca de donde se deben trazar las líneas en el suelo, contempla a unos niños saltando un muro, y recuerda otro muro, el de la ignominia, y lo ocurrido allí. Con una sola imagen Spielberg nos deja clara la diferencia entre un país democrático y libre, y los que no lo son. Solo necesita esa escena, y los ojos azules y chiquitos de Tom Hanks, que parecen "dos puñalás en un tomate", por los que pasan todo el horror de lo vivido para que lo entendamos.
Me gustó también la figura del estudiante universitario, para mi es una metáfora de la memez de todos los que creen que comunismo es solo una palabra, y que cuando llega de verdad, todo sigue igual pero con "políticas sociales" y con "trabajo para todos".
Ese momento en que el muro se va levantando y va aprisionando a un lado a un montón de personas, me resulto angustioso. Esos pasillos atestados de funcionarios vestidos igual, de papeles y archivos, ese frío sin calefacción, esa angustia que da saber que las libertades civiles, y las leyes, son papel mojado, que un pasaporte no representa nada si quieren que no lo represente. Me acordé de nuevo de la mujer de Frank Cuesta en esa cárcel de Tailandia, y de todos aquellos que ahora quieren acabar con nuestro modo de vida libre.
Clarísimo se ve cuando Tom Hanks pasa el muro y va a un gran hotel occidental a desayunar, como a un lado de una misma ciudad no hay más que miseria económica y moral, y al otro hay de todo.
Es una película que habla de integridad, de decencia, de servicio al país y a lo que representa. Pero también de lo que la falta de libertades, los regímenes totalitarios y el comunismo son.
A titulo personal y humilde, alabo el gusto del director que elige mi concierto preferido de Shostakovich para ilustrar una escena de la película. Ese músico es un ejemplo de lo que el comunismo hace con las personas, como socava los pilares de la moral, y como al final, en un ambiente sin libertad, ni la música puede sonar.
En fin, que una vez más Spielberg, como ya lo hiciera otras veces, nos recuerda el pasado para que no lo repitamos en el futuro, porque ya se sabe que aquellos que olvidan el pasado, están condenados a repetirlo.




















4 comentarios:

  1. Queridos míos: Que ese Jesusito al que Audrey evoca en su acostarse diario, sea la Luz que os maneje por los rectos senderos de la Paz, Felicidad y Prosperidad.
    Que este mi deseo se cumpla y que el nuevo año nos permita reunirnos en esta mi-vuestra casa y podamos celebrar la alegre postura en marcha de ese nuestro designio conjunto. Fiad en Él.
    Evita. Tenme presente en tus oraciones y pídele a Él que me ilumine. Yo perenemente os tengo presentes a los cinco.
    F.O.R.

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  2. Muchísimas gracias por esos buenos deseos, y ¡Feliz Navidad!

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  3. Joven, le felicito por la capacidad de síntesis mostrada en este post. Tengo que suponer que conoce de forma directa la falta de libertad a la que conduce el Comunismo. De otra forma no podría sintetizarlo tan exactamente.
    Su crítica va mucho más lejos que al mero film, ahonda en la falta de conceptos claros de los que adolece esta cómoda y acomodada sociedad del bien estar y no pensar.

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  4. Muchas gracias, espero que haga reflexionar a muchos, en vista de que la máquina del Estalinismo ya se ha puesto en marcha en Madrid; cambio de nombres a calles, destrucción de los valores sobre los que se asienta occidente... etc., etc.

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