¡Ayer me lo pasé genial!, como ya sabréis llevo mala toda la semana con los dientes. Así que ayer no esperaba mucho de la vida, pero me equivoqué. En cuanto me desperté y desayuné papa bajo conmigo y la toto (moto) al parque. Cuando creí que nos íbamos a casa papa me hizo sentarme en un sitio y esperar. Me pareció raro, pero mas personas venían y se sentaban también. Ahora ya se, que cuando mucha gente se sienta en un sitio, es que algo va a pasar. ¡Y pasó!, ¡Vaya si pasó!, llegaron un montón de chicos y chicas vestidas raras y tocando música. Según papa "iban vestidos de asturianos y tocaban la gaita y el tambor", sea como fuere, ¡Me lo pase de bien!. Daban saltitos y vueltas y tenían unas faldas de colores que giraban un montón, ¡era de bonito!...
Y no acabó ahí la cosa. Después del parque nos fuimos a casa de Mariajosé. Mariajo, dice la abuela, que es amiga suya, también mama cree que ella es la importante, pero la verdaderamente amiga de Mariajo soy yo. Ni a la abuela, ni a mama les compro un balón como a mi, ni tampoco las deja subir al sofá con zapatos. En fin, que yo no les digo nada, porque no hace falta, está clarisimo quien es la amiga de Mariajosé. Por cierto, era su cumple, y lo pasamos de bien... ellos comieron muchas cosas, yo hice la siesta, merendé mi fruta y le organice las cosas en la sala que estaba un poco manga por hombro. En fin, ¡un día estupendo!.
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