En primer lugar ya se que he tardado en escribiros, ¡pero es que estuve muy apurada!. Esto del verano es muy estresante. Entre ir a la playa, volver, salir de paseo e ir a sitios no me queda tiempo para nada. Así que tengo mucho que contaros. Me ha salido por fin el diente, pero la alegría me ha durado poco... ¡Me esta saliendo otro mas!. También he ido al medico y ¡me ha puesto dos vacunas!. Ha dicho que estoy muy alta y que tengo que comer mas solido. Solido no se lo que es, pero he empezado a comer tortilla. La tortilla es una cosa blandita, caliente y riquisima que me dan por la mañana con el puré. Esta semana ayudando a mama en la cocina he encendido el lavavajillas. Por lo visto había que meterle cosas dentro y no encenderlo sin mas. Se enfadaron un poco conmigo porque dicen "que no paro". ¿Pero mama tampoco para y a ella no le dicen nada?
Nuestros vecinos de arriba, los Picodeoro, tuvieron polluelos. Uno se les cayó del nido por el tejado hasta nuestro canalón y papa lo rescato poniéndole una madera para que subiera de nuevo al tejado. Mama dijo que no lo podía tocar porque la señora picodorado estaba nerviosa. Ella y el marido gritaban sin parar, "ARG, ARG, ARG", pero cuando papa salvo al pollito se pusieron muy contentos. Oigo a los pollitos desde mi habitación, hacen un piu piu muy gracioso. Ahora me meto a leer en una caja de cartón que me ha dado mama. Dice papa que es un barco y jugamos a cosas. Ahora os dejo, tengo que irme a dormir que ya me bañé. ¡Me pusieron espuma!, por cierto, ¡No os la comáis, que os riñen!.
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