Tengo un amigo invisible que se llama Mario. Es un niño simpático con el que juego en casa, y que a veces, me acompaña al cole. El otro día, tuve que explicarle a mama que era imaginario. ¿Os podéis creer que creía que era de verdad?
De los de verdad tengo muchos amigos, casi todos chicos. Las niñas son muy pesadas, juegan a muñecas, me dicen que se van a chivar a la profe si digo "culo", "caca" o casi cualquier cosa divertida, y no juegan al futbol. Hay una con la que me llevo mejor, pero es un poco bruta, y cada vez que nos ponemos a jugar me pega unos empujones tremendos.
¡Ya se leer! Dice mama que esto tenía que haberlo dicho lo primero, pero este es mi post y decido yo lo que poner. Pues si, leo ya las cosas en mayúsculas y mucho en minúsculas, ¡estoy contenta!
No se si os dije que ahora los sábados voy a clase de teatro. ¡Me encanta! y se me ha quitado la vergüenza un poquito.
Este finde tengo cuatro días de fiesta, ¡menos mal!, porque últimamente los fines de semana duran solo dos días y estoy agotada.