Proféticamente quizás, nuestro concierto de ayer era el Réquiem alemán de Brahms. Por el teatro, planeaban las conversaciones sobre el tragicamente estrellado avión, y supongo, que en la mente de todos, estuvo el dedicarles íntimamente la belleza de esta misa de difuntos alemana.
Para la sinrazón no hay palabras.
El concierto extraordinario resulto exactamente eso; extraordinario.
Este Réquiem no es el tipico, suena mas bien a misa de gala, sino fuera por la letra, podría usarse en una coronación. Es un réquiem con un profuso uso del coro, que practicamente no deja de sonar, convirtiéndose casi en la orquesta propiamente dicha. Tanto es su protagonismo, que la soprano y el barítono se pasan la mayor parte del tiempo pasando hojas. Por cierto, bellísima voz la de María Espada, una voz gruesa muy Española, con un bello color.
El coro princesa de Asturias fue excepcional, hubo momentos en que las voces femeninas me recordaron los lejanos cantos de las sirenas, por lo bellísimamente empastadas que estaban. Es una suerte que contemos en nuestra región, con un coro tan profesional, teniendo en cuenta que estrictamente hablando, no lo es. Felicidades a ellos, y a su director.
La orquesta brilló en su papel, que ayer era de acompañamiento de las voces.
Por cierto, que no se si lo he dicho alguna vez, pero siempre disfruto de la alegría contagiosa de Myra Pierse cuando toca, aparte por supuesto, de su técnica y buen hacer.
Tanto gustó, que había algún espectador en el patio de butacas, que al estilo de alguna país Europeo, se resistía a no aplaudir entre parte y parte. Anécdotas aparte, el publico en general alabó la interpretación de todos, destacando a la soprano y el coro.
Poco más puedo decir, salvo que lo disfruté tanto que cuando se terminó, no podía creerme que hubiera transcurrido más de una hora.
Por cierto, estoy deseando que llegue el próximo para escuchar la obra de Guillaume Connesson, el que yo califico como músico techno clásico. ¡Deseando estoy, ver explotar una de sus supernovas en el escenario!
¡Hasta el próximo pues!
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