martes, 5 de febrero de 2019

Reflexiones sobre el año nuevo.

   Hoy cinco de febrero comienza el año nuevo Chino. El año del cerdo más concretamente. Lo veo propicio: bondad, salud, dinero y fertilidad. Me suena bien. Por otro lado espero que lo del cerdo se aplique a todo "y a todo gocho le llegue su San Martín". Algunos están ya maduros para ello, y otros están madurando.

  Miro hacia El Salvador y no se si preocuparme o no por la llegada de Bukele. Por ahora los que le critican le avalan a mis ojos, pero los extremos no van conmigo: ni de derecha, ni de izquierda, ni religiosos. 

  En realidad no debería preocuparme por otros. Aquí tenemos bastante con "Pedro el bello", que madura a ojos vista. Ahora como los presupuestos no cuadran, van a sacarle más dinero a las familias y las empresas. Sangremos al cerdo hasta que se muera. Sigo sin ver claro que lleguemos a tener unas elecciones algún día, y que cuando las haya, el resultado sea veraz y no fruto del puchero como sus barómetros.

  Cuando de niña leía libros de historia, siempre pensaba: "Dios nos libre de unos gobernantes irracionales". Pronto descubrí que las personas de a pie, estamos a merced de las decisiones de otros. Para alguien orgulloso, guerrero e individualista, depender de unos pendejos es lo peor. El tema me dejaba entre perpleja y encabronada, perdonando la expresión. 

   Siendo honestos, últimamente me hallo mucho en ese estado. Espero que la bondad del año del cerdo me roce con sus dedos celestes y me convierta en un ser de luz tipo Bob Esponja. Suena a sarcasmo pero no lo es. Me gusto más cuando callo. Si: como el poema de Neruda. Mi versión enfadada me da mucho trabajo.

   Cuando hablo y no sirve para nada en absoluto me enfurruño tanto que genero un tsunami interior. Un vórtice que me cuesta domeñar y hacia el que comienzan a gravitar recuerdos y pensamientos ya archivados: dolores superados, traiciones gestionadas, perdidas asumidas...

   Este domingo hablaba a unos niños sobre las bienaventuranzas. Eche en falta la de"bienaventurados los que escuchan, porque no serán unos completos cretinos, majaderos y torpes". 

   Como veis es cierto que estoy de mal humor. Nada que ver con mi sexo, ni con mis hormonas. Tiene que ver con la falta de seso de algunos. Últimamente siento que todo el mundo cree saber de todo, y que no saben casi de nada.

   Tal vez sea el signo del Tigre. Siempre me he sentido muy identificada con dicho signo que porto con orgullo y satisfacción máximas desde el año en que nací, y eso que no creo en los horóscopos, pero así soy yo. 

    Me he propuesto no opinar de casi nada durante un tiempo. Voy a dejar mi armadura de Lady andante un rato en la silla, y ver si algo del cerdo y su fortuna me llega. Algo tipo: trabajo, premio literario, la primitiva. Veo yo que por algo Don Quijote acabó chiflado perdido. La vida de la caballería no da dinero y solo proporciona disgustos.



   




2 comentarios:

  1. Sobrina:
    Mal que te pese eres única, fiel hija de tu padre.
    Que Dios bendiga a ambos y a los otros tres.
    Sil Q. de L. y A. – Z.

    ResponderEliminar
  2. Querido tío; Gracias por el cumplido, aunque es verdad que pesa.
    Un abrazo

    ResponderEliminar