sábado, 23 de febrero de 2019

La experiencia culinaria

  Entre Lexington y la tercera avenida se encuentra el restaurante del chef Noz, un maestro del sushi. Nunca he estado allí y tampoco cuento con estar, pero ayer me quede impresionada al descubrir su existencia.
   
    Quizás debería empezar contando que a mi me gusta cocinar, y que desde que soy pequeña, me relaja mucho ver cocinar a otros. Gracias a youtube, ahora veo numerosos vídeos de cocina. A veces aprendo, a veces no aprendo nada, pero casi siempre paso un rato agradable. Me gusta ver los ingredientes como relucen, me encanta ver como los cortan en sus pulidas tablas, y lo que más, es cuando veo vídeos de dulces y la masa se retuerce y se forma delante de mis ojos. Tengo varios canales preferidos asiáticos y Americanos sobre todo. Los Japoneses son tan precisos en la cocina como en todo lo demás: atorrantes incluso. Para hacer una tarta de Té Matcha necesitan tal cantidad de cacharros, y tantos movimientos que lo elevan a categoría de arte. Es bello de contemplar, sin más.


     Ayer me llegó a mi bandeja de entrada el siguiente vídeo: "La vida de un maestro de sushi en NY". Como casi todo no es casualidad que llegase a mi vida justo esta semana. Lo cierto es que últimamente reflexiono mucho sobre las expectativas de los Españoles. Miro a mi alrededor y la gente solo piensa en puentes y vacaciones. Cada mes y medio estamos de puente, o de feria, o de folclore. Esta semana iba por la calle y escuché a un chico joven contarle a su pareja: "Es estupendo tía, van a adelantar la jubilación para las parejas con hijos". Estuve por preguntarle ¿A que edad van a jubilarse, con 30? y sobre todo ¿quien lo va a pagar y sostener?

    Trabajar no es cuestión solo de cuentas del estado, o de PIB. Trabajar es cuestión de sentirse libre y autosuficiente. En muchos casos, incluso de ser feliz con el desempeño de la profesión. Cuando uno trabaja ingresa dinero, y con eso, puede pensar en hacer planes, o en pagar facturas sin más. Aquellos más elevados, con una profesión que les gusta, son felices ocupando sus horas en eso. Ahorran de ir al psicólogo y de tener depresiones por aburrimiento supino.

     Cuando yo trabajaba casi nunca cogía puentes. No es que me encantara madrugar, es solo que me molestaba que interrumpieran mi ritmo cada dos por tres, sin motivo aparente. Carnaval: cinco días ¿por que? ¿por que todo se detiene de pronto por un motivo tan ínfimo? A mi me gustaba coger mis vacaciones cuando me tocaran, y entonces si, coger quince días y descansar.

    En el CES, (culo en silla), ya no voy a entrar. Una cosa es trabajar y otra calentar el asiento. Ya lo narraban en Camera Café con precisión. 

     En estas, y en la reducción de la jornada laboral andaba yo, cuando vi el vídeo del Chef Noz.

     Tras vivir allí, yo sé el concepto de trabajo que hay en USA. No imagino a nadie allí calentando la silla, o tomándose cafés de una hora en jornadas de seis, ni diciéndole a un compañero "no trabajes tanto que luego el jefe me manda a mi hacerlo?

     Por si alguien lo quiere ver, que merece la pena, solo diré que Noz dedica más de diecisiete horas al día a su trabajo ¿Excesivo? Si. Por eso en Japón van durmiendo en el metro, y hay la tasa de suicidio que hay. Pero el hombre parece feliz, y sobre todo preciso. Su mundo es exacto como un reloj. Hasta su web lo es. Me gusta mucho entrar en las webs de negocios americanos y ver lo concreto que hay que ser para tener clientes y que no te demanden. Supongo que eso no va mucho con el carácter latino, pero va con el mío. Si pago quiero que me den aquello por lo que pago y sonriendo a ser posible, que aquí a veces parece que encima de ser cliente les debes algo.

     Me gusta el sushi de pobre, es decir, el que uno compra en el supermercado y que no deja de ser salmón con arroz y alga nori. No creo que lo mio sea comer lo que este hombre prepara. Tampoco soy mucho de "experiencia culinaria", como no lo soy de "inmersión total". Yo soy más de comer tranquilamente cosas normales y ricas, que de tonterías, pero aprecio el arte y lo de este hombre es eso.  Supongo que por eso cobra lo que cobra. Estoy un poco out, y ya no se si 300 dolares una cena de seis platos es mucho o poco. Tal vez sea como aquí: mucho para unos, normal para otros. 

     En cuanto al trabajo: ni lo uno, ni lo otro. Hay que tener un equilibrio entre vida y trabajo para ser efectivo, pero aquí nos deslizamos cada vez más hacia la vagancia, la protesta y la juerga padre. Todo derechos ni una obligación. Si la gente se diera cuenta de que eso solo lleva a la frustración lo harían menos imagino. 

    Ora et labora que decían los otros.

     







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