Hace muchos años leía yo un libro para niños de Disney a propósito de la vida del Rey Arturo. Lo que más me gustó del cuento fue Merlín, y de él, aprendí un adjetivo: ominoso.
Desde pequeña he sido una cazadora de palabras, siempre me han gustado y las he cogido al vuelo en cuanto las escuchaba volar a mi lado. La que el Merlín de Disney me donó no la he usado mucho, sin embargo, creo que es el adjetivo más exacto para el tiempo en que vivimos.
Llevo semanas pensando en ello; en la situación del país; la situación del mundo, y al final solo se me ocurre decir que las personas somos seres muy brutos condenados a repetirnos y no aprender.
Me gustaría por ello empezar una nueva sección a la que llamaré Historia, donde voy a ir dejando algún post sobre momentos concretos del pasado. A lo mejor si recordamos no repetimos los mismos errores, o empezamos a comprender porque algunas calles o plazas reciben uno u otro nombre, o nos damos cuenta de que la historia no es la que nos llevan contando muchos años.
Cuando dijo Guerra que tras el paso del Partido Socialista: " a España, no la iba a reconocer ni la madre que la parió" fue tan profético que pone los pelos de punta. Claro que nadie podía entonces intuir que los sucesivos gobiernos iban a dedicar tanto tiempo y dinero, a reescribir la historia, la memoria y el alma de esta piel de toro.
¡Espero que os guste!
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