Lo confieso, Schumann nunca ha sido lo mio. No es que no suene bien, no es que no sea música bonita, es solo que me resulta indiferente; plano. Me pasa con Picasso, no me gusta y no me gusta.
La obra de ayer magníficamente titulada por el autor; Obertura, Scherzo, finale, es eso. Hubiera podido ser una sinfonía añadiéndole un lento, pero no lo fue, ¿por que? porque es sosita. Bonita, pero horizontal.
No lo se, igual la mania me viene del libro de Schumann que me amargó el segundo de piano...
Sin embargo, esa como siempre es mi opinión. A mi alrededor, todo el mundo parecía muy happy, y encontró la obra muy bonita.
Yo, como ya os dije esperaba otra cosa; La supernova, y ¡que demonios! ¡Estallo! La obra de Guillaume Connesson sonó maravillosa, magistralmente interpretada por la orquesta.
Este autor es de los pocos "jóvenes" que sabe hacer música de verdad, que como es bueno, no necesita encubrir su obra con sonidos y cosas raras. Eso si, es moderno, innovador y genial.
Ayer yo estaba a oscuras, y vi como un un rayo de luz comenzaba a inundar todo. Escuché el sonido del espacio, el del polvo espacial al atravesar la cola de un cometa, incluso el silencio del cosmos; maravillosos violines y seccion de viento... que susurros, que belleza en los momentos álgidos, y por fin, cuando la luz se fue y llegó de nuevo la oscuridad, que sensación de haber visto pasar algo hermoso.
Recomiendo a todos que escuchen Supernova, que es una preciosidad, escuchándola, uno siente de veras morir a una estrella, y es bello, y conmovedor a la vez.
Después del descanso llegó Brahms, por el que tengo sentimientos ambivalentes; o me gusta, o no me gusta nada.
De su sinfonía de ayer, la numero tres, me encantan el tercer movimiento y el cuarto. Creo que ambos son una maravilla de sonido orquestal, y que no tienen nada que envidiar a su archifamosa cuarta sinfonía.
La orquesta estupenda, y el director Perry So, como siempre, hizo las delicias de los espectadores con su brío, e incontinente energía.
La próxima semana nos espera un superconcierto; Sibelius, la suite nº1 de Peer gynt y la chulisima Aladino de Nielsen; ¡Nos vamos de viaje !
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