Sobre los pujol y demas

Cada vez que sale a la luz un caso de corrupción, mi estupefacción no viene dada por el caso en si, sino porque me pregunto a mi misma; ¿pero en serio no lo sabían? Casos como el de Barcenas, son más dificiles de conocer para la persona de a pie, pero los de la infanta, pujol etc, son mucho mas visibles.
Yo vivo en una pequeña ciudad, no estoy en ningún circulo de poder, y cuando la la hija del monarca, se fue a vivir a un palacete, y se gastó entre compra y obras seis millones de euros, yo me pregunté; ¿de donde saca, pa tanto como destaca? Porque, aunque nunca ha sido la nuestra una monarquía transparente, lo que si era oficial, era el sueldo que ella percibía de patrimonio, el que recibía como trabajadora de una entidad privada, y la fortuna , (o falta de ella), que uno le adivinaba a un ex jugador de balonmano, que no de fútbol. Sumándolo todo, y siendo optimista, no se llegaba ni al millón de euros...

El caso de Pujol es igual, o peor. Yo tengo el firme convencimiento, de que Pujol, es el responsable de la fractura Catalana, y lo peor, que causó esa fractura con un único objetivo; tener una hacienda publica catalana independiente. Ahora que saben lo de su patrimonio, estimado en mas de cien millones, entenderán el motivo.
Lo que me maravilla es, que el gobierno; este y los anteriores, nos quiera contar que lo ignoraba. ¿Habrá alguien que se lo crea? A lo mejor si.
Pensando sobre ello, he llegado a la conclusión de que la gente se cree que es posible tener todo ese dinero, porque todo el mundo miente sobre lo que tiene.
Cuando yo empecé a trabajar, era tan tonta como para decir mi sueldo cuando me preguntaban, con sorpresa, descubrí que siendo licenciada, era la peor pagada de todos mis conocidos. Uno era casi director general en Madrid, otro cobraba el triple que yo, y así hasta el ultimo de ellos. Con el tiempo averigüe, que el director general no había acabado la carrera y estaba en paro, y que el que decía cobrar el triple que yo, nunca había percibido un sueldo mayor que el mio.
Ya sea en un grupo de madres de guardería de wassup, o en el parque, uno no deja de oír grandezas sobre viajes, y vacaciones. El que no tiene coche nuevo esta a punto de comprarlo, el otro viene, o va a algún crucero. Lo gracioso es, que le cuentan como grandeza un viaje del inserso a cadiz, a alguien que vivió en Manhattan, porque la cuestión es contar... y muchas veces mentir.
Así, metidos en esa bola de mentiras, las personas dejan de tener perspectiva sobre lo que es el dinero.
Seamos sensatos. El sueldo medio en el país, por desgracia, es de poco más de 1200 euros. El salario mínimo esta por debajo de mil. La industria del automovil esta quebrada. No se vende un piso, y todas las tiendas cierran. Con ese panorama, ¿que sera?, ¿que conozco yo a todos los ricos de mi ciudad?, porque hasta el ultimo de mis conocidos, parece tener el triple que yo.
Que no se me interprete mal. Yo tengo lo que tengo, y soy feliz con ello. Porque a diferencia del resto, lo que tengo es mio, esta pagado y libre de cargas. Simplemente, a veces, uno se cansa de escuchar mentiras.
Pero como decía, quizás porque todo el mundo miente, a nadie le parece extraño, que alguien como Pujol sea millonario de pronto.
Si damos por hecho que es verdad que nuestro vecino cobra en su oficina dos mil euros, y su mujer como medico tres mil, nos parecerá normal que tengan cinco mil al mes. Si un buen día monta un negocio y nos dice que va bien, nos lo creeremos. Si luego se muda a un chalet, también nos lo creeremos, ¿por que no? Al final, es un castillo de naipes. Cartas que se colocan en el aire, y van conformando un montón de nada.
Aprovecho para recomendar un libro buenísimo al respecto de esto; El adversario de Emmanuele Carrere.
En fin, que quizás por la perdida de concorriente general con el dinero, y la perdida de valores, a nadie le extraña que alguien con cien mil euros se compre un palacete de seis millones. Tampoco que un hombre que sale de la quiebra de un banco, (ya daba que pensar), y que tiene una caterva de hijos, amase en veinte años una fortuna millonaria mientras se dedica a la política.
Una vez más lo digo, no solo tenemos lo que merecemos, es que merecemos más.