jueves, 28 de agosto de 2014

Adalí, cía danza Española, Aída Gómez en Gijón

El espectáculo Adalí es un gran hallazgo estilístico, una pirueta que busca salirse del flamenco sin perder su esencia.
¡Ya está!, bien podría quedarme ahí, pero no lo haré, más que nada porque me gustaría mencionar a los excelentes músicos. Gran hallazgo la combinación de violonchelo y acordeón, dúo de instrumentos melancólicos por excelencia, una lástima que no la exploraran un poquito más. Buenísimo también el solo de flauta "flamenco" travesera, y la garganta de arena del cantante. Pena que la señora de delante pensara, que como había pagado un ballet, no debía dejar a nadie escuchar la música instrumental...
Casi cuando estaba a punto de irme, cuando ya pensaba que los zapatitos rosas y blancos se los habían traído nada más que de adorno, el bailarín Eduardo Guerrero hizo un solo excepcional.
La coreografía, le sacó todo el partido a su enorme flexibilidad de espalda; de hecho le dio un nuevo nombre al cambré. Hubo momentos en que me recordó un poco, a los latidos en la coreo del hospital, de la peli "All that Jazz" del grandisimo Bob Fosse. Bellísimo solo de brazos inversos, de tensión corporal extrema, y de giros elaborados.
¿Y de Aída Gómez?... ¡Ah!, ¿pero bailo? Yo solo vi a una señora paseando su cuerpo en un ejercicio de auto afirmación. ¿Era necesario que un premio nacional de danza, saliera en bikini a escena?
Lo curioso es, que a pesar de que tenían prisa por irse a cenar, y apenas nos daban tiempo para aplaudir; lo que me llevó a dejar de intentarlo, el publico parecía mas que encantado.
¡Nostalgia del Flamenco de Canales!, ¡o de Sara Baras!...

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