lunes, 14 de diciembre de 2020

El lavado más blanco

Hace muchos años leí la historia de un hombre que asomado a un muro de Constantinopla un martes 29 de mayo de 1453, contempló como el mundo estaba a punto de cambiar quizás para siempre. 

Constantinopla acababa de caer a manos de Mehmed II y volvía a manos turcas. Ya lo había predicho el profeta en lo que fue, más que una predicción, un acicate para sus fieles seguidores. Atrás quedaban siglos de disputas, cambios de poder y luchas de fe . Los imperios también siguen el orden natural de la vida; unos mueren para que otros vivan.

Como amante de la historia siempre he aborrecido ser el perdedor de la muralla. Ese que con ojos lúcidos contempla la caída de un mundo para ver nacer otro que sabe de antemano que no le gustará. De hecho, por algún motivo que quizás obra como profecía autocumplida, siempre he pensado que no sería Mehmed, sino el otro.

Ya lo decía Roy Batty el final de Blade Runner: "Es tiempo de morir". 

Los arquetipos,- esos patrones que están en el inconsciente colectivo formando una especie de sabidurías comunes, - cambian. Roy supo que todo lo que había visto se perdería. Quizás no solo eso, sabía que el hombre estaba condenado a repetir su estupidez, de un modo u otro, porque la humanidad como colectivo no mejora a un rebaño de cabras caminando hacia un despeñadero. Quizás no sea casualidad que Blade Runner se base en un librito llamado: "Con que sueñan las ovejas eléctricas".

Lo que yo nunca había previsto es que no hubiera muralla, que no hubiera cuerpos ni sangre que me alertasen de las cosas, que no hubiera asedio ni Jenízaros. Que todo se desarrollase en un deep state; sin luces ni testigos. 

Desde mi muralla veo y observo, ¿Cuántos ven y saben? 


"We dance round in a ring and suppose,

But the Secret sits in the middle and knows.”

Robert Frost 


La denostada ciencia ficción ha obrado en las mentes de los nacidos más allá del 70 como obraron las palabras del profeta en Mehmed ¿Cuánto hay en una profecía de verdad, y cuanto lo cumple uno al marcarlo como objetivo? ¿Cuánto nos configura aquello que leemos y vemos? Tanto que todas las religiones, unas más y otras menos, han enfatizado la lectura de un único libro aprobado por ellos. Uno que lo contiene todo, y que evita cambios de mentalidad.

La ciencia ficción nos hablo de conspiraciones en la sombra, de grupúsculos de poder que tiraban de hilos invisibles para cambiar el mundo a su antojo. Desde el famoso "Cuento de la criada" hasta "Fahrenheit 45" pasando por Orwell o Huxley, todos nos alertaban de que el: "aquí nunca pasara" ocurre de pronto. Porque no pasa de pronto, lleva años ocurriendo y no te has enterado.

Si uno se para a pensar sobre los últimos treinta años mundiales, habrá de admitir que ha habido más de un cambio de arquetipo. Aparentemente todos han sido sutiles, todos han sido fruto de la evolución de la raza humana, pero ¿y si no lo han sido? 

En toda novela de detectives se decía siempre: "Sigue el rastro del dinero" Porque nada ocurre por casualidad, y cuando algo beneficia a alguien, ese alguien suele ser el mayordomo que empuña el puñal.

Un buen día Al Gore empezó a "tocar los webos" con las bombillas, luego Greenpeace nos dijo que éramos todos unos destrozones y que dejásemos de echarnos laca, (por cierto, ¿Qué sustituyo a los CFC, y quien lo fabrica?), luego llegó Greta la zumbada claramente financiada por alguien, porque estoy segura que solo por decir bobadas en youtube, sin alguien poniendo macana, no llegas a la tele mundial. Y ayer mientras hacía los deberes con mi hija de la asignatura ciencias sociales me encuentro lo siguiente:

Marca las actividades que dañan el medio ambiente de la lista de abajo:

-Poner la calefacción

-Poner el aire acondicionado

-Ir en bicicleta

-Comer carne

-Comer verduras y frutas

¿Tendencioso? ¿Manipulador? ¿Absurdo? ¿Lavado de cerebro? No lo se, yo lo encuentro la continuación de algo que empezó en el año 2006 con unas bombillas y que no es casualidad.

Al parecer la calefacción no puedo ponerla a más de 18 grados porque contamino. Digo yo, para ponerla a 18 casi que la dejo, porque esa es la temperatura habitual de mi salón por el día. El aire acondicionado por debajo de 21, pues nada otra cosa que tampoco. La carne ni tocarla, que luego mi cuerpo se desequilibra como el de todos los que no comen equilibrado, (prediquen lo que prediquen), no pasa nada, lo primero la felicidad de las vacas.

¿A donde nos lleva todo esto? A vivir en una granja pasando frío y calor, a estar desnutridos y sin proteínas, que así pensamos menos. A ir en bicicleta a buscar los recados al pueblo más cercano... ¿y quien vende las bicicletas? Y si hago todo eso ¿habrá industria? ¿bancos?... y siguiendo esa cadena infinita ¿Iremos a la universidad? Igual no, igual podemos volver al chamanismo y la medicina tradicional. Porque los antivacunas ya son también un colectivo que opina, como primero eran los verdes, y los animalistas, y los, y los, y los,....,.

Hace treinta años los Amish eran gente muy rara. Ahora, si no fuera por las pintas, son el colmo de la modernidad. Todos son iguales, porque destacar esta prohibido ya que ofende a Dios. Cambiemos a Dios por el concepto "respeto al otro". Todos viven en granjas trabajando la tierra. No van en patinete porque explotan a unos pobres caballos que tiran un carro, pero yo he visto muchos por los caminos en bicicleta, eso mejor, y si es un coche eléctrico de miles de dólares muchísimo mejor.  Las mujeres están sometidas al padre, y luego al marido, también llevan la cabeza cubierta y no son aceptados el maquillaje o las joyas. Y podría seguir así hasta el infinito, porque viví cerca de una de sus comunidades, y pensando ahora en ellos, los encuentro "supermodernos" y con muchas posibilidades de convertirse en un fenómeno de Instagram. 

Los arquetipos han cambiado tanto que ahora un hombre como Churchill, del que tantas frases se repiten por ahí, sería considerado un "loco", "un mal perdedor", (¿Para que luchar contra los nazis?, mejor que nos conquistasen a todos), "un radical", y no nos olvidemos "un fascista". Hace unos años escribías Churchill nazis en google y salían todo tipo de parabienes, les animo a que lo escriban ahora.

Ese futuro de Blade Runner tomado por los Japoneses no parece ahora tan lejano, lo que ocurre es que yo lo cambiaria por otros de ojos rasgados que a la chita callando, están cambiándolo casi todo. De hecho, han causado una pandemia y hoy, 14 de diciembre de 2020, siguen sin sanción alguna.

Desde aquí invito a los que me lean a subirse a una muralla y contemplar el mundo, pero contemplarlo de verdad, y cuando den la próxima vez a un botón que diga "Aceptar", que sepan que es lo que realmente están aceptando, a qué ejercito, a qué general,  y a qué imperio. 



PS: si les sobra tiempo entre búsqueda de google y foto de instagram, lean cualquier libro sobre la fascinante historia de Mehmed II. La historia de Constantinopla siempre es inspiradora.








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