Esta semana la empiezo con poquísima gana. La semana pasada tuve puente, así que solo tuve que ir tres días al colegio. Creo que fueron los justos, ya con esos tres me mandaron millones de deberes, y tareas, que no me dejan pensar, ni aprender nada más ¿No basta con eso?
El viernes me puse triste porque quise regalarle una goma de borrar bonita a una niña que le había muerto su abuelito, y no me la aceptó. Nadie acepta nada de lo que le regalo. No hay educación, ni modales, ni nada de nada.
¡Por fin abren las piscinas! pero supongo que volverán a cerrar. Ahora todo es así, efímero es la palabra. La aprendí el otro día leyendo un libro de "Enola Holmes" que me gustan mucho.
Estoy contenta porque papa se acordó ayer que hace un año que estuvo en el hospital. Lo contento no es por el hospital, sino porque todo salió bien al final.
El otro día hice mazapanes con mi amiga "Coté". Creo que me salieron riquísimos, y les hice unas formas preciosas. Tengo hasta un sombrerito de Gryffindor. Merendé tanto, y me reí tanto, que se me iba a salir la comida por la boca, y cuanto más lo decía, más risa me daba ¡Good times!
Las luces de Navidad están ya por todas partes, eso me pone contenta. Eso y comer chocolate con churros, que fuimos este sábado por ellos. Ahora todo es diferente, pero dice mamá que hay que ser como los marines: "hay que cantar mientras tenemos barro hasta el cuello" Creo que significa que hay que adaptarse y sonreír, en lugar de quejarse del barro. Sea como sea, yo me comí los churros por si acaso también cierran la churrería en breve.
Pues nada más por hoy. Voy a dejaros porque tengo una tonelada de deberes y quiero terminar para poder jugar a "Animal Crossing".
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