jueves, 26 de noviembre de 2020

El silencio de Argentina y acción de gracias

 Y lo impensable ha ocurrido, durante unos minutos, todos los Argentinos se han quedado callados. Esperaban el milagro, esperaban que aquel que había regateado tantas veces a la muerte, volviera a hacerlo ¡que para eso era un Dios! Pero no sucedió. Esta vez se fue de verdad, porque probablemente, esta vez ya no quisiera quedarse. Dejó sola a la pelota, esa que aprendió a llevar pegada al cuerpo porque si se caía al suelo lleno de barro se estropeaba. 

 De milagro en milagro, hoy el periódico deportivo más importante de Francia ha admitido que Dios no habla Francés, sino Español. Uno de los mejores Españoles que hay, porque la verborrea inagotable de un Argentino agota y seca a cualquiera, pero al mismo tiempo epata y admira a quienes amamos la adjetivación y el castellano. Titulan con un: "Dios ha muerto" y a lo mejor todos sentimos un poco eso. Barrunto que ese titular no se refiere solo a "El Diego", sino al sentimiento de abandono y miedo que todos arrastramos este año. Todos nos sentimos un poco abandonados y a la deriva, y otro argentino no lo remedia sino que lo potencia.

 Recordaban ayer en la radio que en un momento en que los Argentinos sentían que nada más les podía ocurrir, (ilusos ellos), tras la dictadura, las Malvinas etc., Diego les devolvió el orgullo. Ahora que sentían que nada mas podía ir peor, Diego se va. Para ellos y su dolor todo mi cariño.

 "El Diego has left the building".

 Siempre he sido muy deportista, sin embargo, no me gusta el deporte por la tele y aborrezco el fútbol particularmente. Pero entiendo de leyendas y Diego es una. Es como: ver jugar a Federer, (lo siento pero Nadal es atorrante y "acarismatico" dentro y fuera de la pista), correr a Bolt, o nadar a Phelps. Todos ellos personas con defectos y virtudes, pero Dioses Griegos del Olimpo. Son leyendas, no personas; separémoslo. 

 Hace mucho que comparto con los Argentinos el sentimiento de: ¿Qué hemos hecho para merecer esto? Porque lo que tenemos aquí "telita". Ahora para que te pongan la fibra en casa hay que salir en rogativa. Siempre hablamos de lo macro: las colas del hambre, el comunismo, la falta de libertad, el terrorismo adueñándose de la política, el reescribir la historia. Pero, ¿y lo micro? que no puedas hacer tu trabajo porque no te ponen un puñetero cable ¿Y si tus jefes deciden echarte y sustituirte por un Aleman al que le pongan el cable? Porque gracias a Bobonia, ahora todos somos reemplazables e intercambiables.

 Es curioso que como Don Quijote viviésemos en un sueño. Ni la sanidad estaba preparada, ni tenían los mejores medios, ni el sistema de salud era tan universal, ni había tanta democracia, ni había, ni había... 

 Ni tengo vacuna de la gripe, ni tengo cable, ni tengo na. Y todavía no ha llegado el show de la vacuna del Covid, que se prevé de sainete.

 Hoy es Acción de gracias y hay mucho por lo que darlas: estamos vivos. Hace un año eso no parecía tan crucial, pero ahora que vivimos en un paisaje apocalíptico y distópico, salir a la calle y que no te muerda el bicho y te mate, es algo por lo que dar gracias. 

 Aprovecho para desearles un feliz día a todos aquellos que lo celebren, y a mi familia de allá. También para todos los nativos Americanos que tan mal lo están pasando en esta pandemia.

  El espíritu de este día es precisamente, que no haga falta un Diego para que nos atrevamos a levantar la cabeza. Todos somos hijos de Dios, no importa lo demás, y todos somos valiosos y únicos. Si no hubiera colores, religiones, razas e idiomas, entre otras cosas, no habría Olimpiadas ni Eurovisión y eso ya si que seria el fin 😀












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