viernes, 23 de octubre de 2020

Mi semana (Audrey)

Estoy en cuarentena. Una niña de mi casa cogió el coronavirus y nos han hecho a todos quedarnos si clase. Al principio me pareció bien; lo de no ir al cole siempre me gusta. Pero luego dejó de parecerme buena idea. No solo no voy al cole, tampoco puedo entrenar, y mucho menos salir de casa. Además, eso es lo bueno, no me pasa nada y me encuentro bien, pero me aburro mucho a ratos. Dice mamá que me sobre energía, y a ella parece que le falta.

Me hicieron las pruebas esas del Covid. Te meten un bastón por la nariz y es un asco, porque le ponen un liquido naranja que pica, y encima te hace daño porque empujan hasta el cerebro. La cosa es que como hay poco personal, y mucha gente haciéndose test, ahora van a tardar más de lo esperado. Tenía que volver al cole la semana que viene, y parece ser que no. Al final se juntará con otro confinamiento general y no voy a salir de casa hasta el 2021. Me desmoraliza un poco el tema.

Alguno de mis profes me ha dado clase virtual, en realidad solo dos de ellos. Así que he visto a mis compañeros y nos hemos reído un rato: gritan mucho, eso sí.

Tengo un disfraz nuevo de pirata. Eso me anima un poco, porque cuando uno va de pirata todo parece mejor. Solo espero que para Halloween pueda hacer mi merienda familiar de siempre.

Ayer le pedí a Dios que el test me diera negativo para poder salir lo antes posible, y también le pedí otra cosa que es un secreto nuestro: a ver si se cumple.

 




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