Siempre me ha costado mucho dormir. Si fuera uno de mis adorados SIMS sería el que tiene el rasgo: sueño ligero. La cosa es que ayer, puse la radio y me encontré a un memo hablando de la biblia. Al parecer era un "experto" y al parecer creía saber lenguas muertas, y al parecer creía haber entendido algo. Terminé por desvelarme.
Hace unos días veía un reportaje sobre Albert Einstein. Siempre me anima su vida; no porque me crea a su altura, sino porque me consuela saber todo lo que le fue mal, antes de ir bien. La cosa es que mientras lo escuchaba, me preguntaba: ¿Hoy hubiera alcanzado la relevancia que alcanzó en su día? Tengo la impresión de que ahora, cualquiera se considera "experto". Para hablar de medio ambiente no se acude a un meteorólogo, o a un físico, sino a un asperger adolescente o un famoso. Cualquiera que lee en arameo, cree poder entender la profundidad del texto sin tener ni idea del pueblo del que habla, ni de sus costumbres, ni de su idiosincrasia. Presidente de un país: cualquier indocumentado sin cultura, estudios o background. Dueño de club de fútbol: cualquier millonario árabe o Chino. Escritor: cualquiera. Influencer: cualquiera. Profesor universitario: cualquiera,..., y así, hasta el infinito.
El problema es que: la radio, los periódicos, la televisión; es lo que llega a la gente. La ola de imprecision, de incultura, de superficialidad se va extendiendo como una epidemia. Todo el mundo sabe de todo, pero nadie sabe de nada. Todo es una enorme wikimierda.
El otro día alguien me preguntó: ¿En que libro leíste eso para comprármelo? Mi cara fue un poema ¿En que libro? Una pregunta sencilla pero que encierra detrás dos premisas aterradoras: Hay un libro para todo; todo tu conocimiento está a mi alcance a golpe de clic. No hay libro donde puedas aprender lo que yo se. Son cuarenta años de: aprendizaje, universidad, máster, cursos, libros, experiencias vitales, observación, e inteligencia.
Ratzinger antes de desaparecer para el mundo, hizo una única e interesante aportación; habló del relativismo . Podía haberse ido después de Senza radici, (pena que no lo hizo). Nuevamente, como en los SIMS, los fantasmas están muy vivos e interactuan.
Ya que estoy, aunque nadie lo lea: ¿como es que en los SIMS hay vegetarianos, y ecologistas, pero no religiosos? Me encantaría que hubiera el rasgo: "espiritualidad", y un lugar al que acudir a rezar. No hace falta una religión concreta, todos tenemos el mismo Dios, aunque algunos no lo vean.
Pero volviendo al fantasmal Ratzinger y al relativismo. Ahora todo es relativo, hasta el conocimiento. Todos creen poseerlo, y cuando alguien sabe más, y les corrige: no hacen ni caso.
Hoy en día Einstein, desde su oficina de patentes, hubiera escrito su articulo sobre la relatividad. Profesores de universidad con titulo de tómbola, y que dan clase por los apuntes del año anterior, al no entender una palabra, dirían que estaba loco. Alguno más avispado, que si vería algo de cierto en el articulo, por miedo a perder su puesto de director de algo, pondría en marcha la maquinaria de la propaganda y lo desacreditaría: "Einstein, ese tipo con infulas de grandeza, que trabaja en una oficina de patentes, lleva pelos de loco y cree saber algo. Además es judío, ¿que podemos esperar de los que son como él?". Tengo uno mejor: "El hombre que creía poder cabalgar un rayo de luz", y otro mas: "¿Como se atreve a darnos lecciones a los que si sabemos algo, un tipo con dislexia que no aprendió a leer hasta los siete años?". Así, desacreditado y sin posibilidad de ser escuchado, Albert se deprimiría, y su teoría no sería escuchada por nadie. Con el tiempo, alguien sacaría un corta y pega parecido, y por ser primo o tío de alguien, se lo publicarían, y se haría rico y famoso. Luego abriría un canal de youtube, o publicaría libros. Al final, una versión alterada, una distopía se extendería como la autentica verdad.
Ya no vivimos en el relativismo, vivimos en el relato.
Lógico pues, que en el relato, habiten y triunfen los mayores cuentistas, que veamos a nuestro alrededor cobrar vida todos los cuentos de nuestra infancia; desde "El traje nuevo del emperador", hasta "La cenicienta", pasando por "El gato con botas".
Los SIMS no pueden rezar, pero cualquier SIM puede leer un libro y ser experto.
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