Este fin de semana en mi ciudad, ha sido suspendido un encuentro de futbol de niños de cinco años. El motivo: la mala actitud de los padres.
Este envilecimiento del comportamiento familiar debería sorprender, pero no lo hace. Hace muchos años que vengo notando un enrarecimiento en las relaciones sociales. Hay un exceso de competitividad; un exceso de "ser" lo que sea, a costa de lo que sea; un exceso de ganas de aparentar; de tener. En definitiva una carrera hacia ninguna parte, porque al final, siempre hay algo más que tener que no se tiene y el vecino si.
En una versión moderna y retorcida del mito de Sísifo, los Españoles se han embarcado en una carrera continua hacia ninguna parte. Ahora todos tenemos que ser: guapos, ricos, famosos, correr más, hacer más deporte, y viajar más.
Reflexionando este fin de semana sobre el motivo por el cual, la sociedad en la que vivo ha degenerado tanto en los últimos años, encuentro muchos motivos pero principalmente creo que el detonante se encuentra en la perdida de la religión católica como marco de la moral y los valores.
Voy ahora a dirigir la mirada hacia el otro lado del océano. En EE.UU la sociedad también es laica. El juramento que se hace es a la bandera y lo que representa, a la nación y a la republica, no a una religión. Sin embargo la piedra angular sobre la que se fundamenta la carta magna de aquella nación, son los valores de los puritanos que emigraron en busca de una vida mejor hace ya cuatro siglos.
En Europa tenemos un problema con las iglesias reformadas. Hay una mala prensa asociada a ellas indudablemente promovida por la Iglesia Católica, que como a toda empresa, no le hizo ninguna gracia la perdida de clientes. La publicidad negativa es un clásico del marketing, y este caso no iba a constituir la excepción.
Los Puritanos o por mejor decir, la moral de las iglesias protestantes, no es necesariamente tan pura como se nos ha hecho creer, o más bien, se basa en unos conceptos más realistas de la realidad humana. Su pureza obedece a una mayor cercanía a la fuente, porque no nos olvidemos, que surgieron como repulsa a la venta de bulas papales. Hubo una época en que Roma vendía parcelas del cielo a cambio de dinero, donde todo himen y todo pecado, podía ser restañado a cambio del vulgo metal. Es en ese contexto, en el que surge la revolución. Una reforma que quiere ir a la fuente, al origen, a la Pureza del mensaje de Dios. Un mensaje cuyo contenido fue compartido por San Francisco Javier y por ello venerado como Santo en las iglesias Católica, Luterana y Anglicana.
¿Por que un país laico sigue rigiéndose por una moral más cercana a la religión? Porque los mandatos y doctrinas de la religión puritana se imbricaron en las raíces y cimientos del país.
¿Por que en España se están perdiendo los valores? Porque los progres han hecho un trabajo de zapa encomiable y se ha asociado durante años: religión con ser anticuado. Si eres moderno tienes que hablar mal de la iglesia y decir eso de: soy católico pero no practicante. Frase que me fascina tanto como me horripila por su incoherencia y vacuidad.
No voy a negar que Roma y los sacerdotes han tenido mucha culpa de lo que nos pasa, o que el empecinamiento de nuestros gobernantes durante años de darnos con la cruz en la cabeza pasa factura, pero no todo es eso.
La mayoría de los -ismos han demostrado su ineficacia en el siglo pasado: el marxismo, el comunismo... - Porque pese a lo que muchos nos cuenten, creo que los campos de trabajo Chinos, la devastación moral de la Unión Soviética, la situación de Cuba o Corea hablan por si solos - Sin embargo el cristianismo, el capitalismo o el judaísmo no han podido ser sustituidos por nada mejor. En el caso de las religiones llevamos mas de veinte siglos con ellas y ahí están, vigentes y en algunos casos, demostrando que el concepto de Guerra Santa o cruzada no es tan caduco como parece.
La necesidad del ser humano de Dios, o de alguna forma de ser superior es innata. El hombre de las cavernas ya dibujaba a seres superiores, ya adoraba aquello que era más grande que él y que no podía comprender. ¿por que lo hacía? ¿Solo por miedo? Lo dudo.
Creo más bien que la necesidad del hombre de ser parte del universo, parte de algo más grande que el mismo, de dar sentido a su vida y su existencia, le llevan irremisiblemente a Dios.
El vellocino de oro moderno: el dinero, el running, la tecnología, la ropa. Solo nos deja vacíos. Los humanos necesitamos algo más profundo. Algo que construya y no que solo reste dinero de nuestra cuenta a cambio de experiencias efímeras e inmediatas.
En el caso de España la iglesia ha dejado su sitio en la sociedad. No ha fidelizado a sus clientes. Solo hay que echar un vistazo a misa los domingos para verlo. Los únicos jóvenes que hay, son la recua de hijos de los engañados por la secta de Escribá.
La falta de ese tejido moral ha ido dejando puntos sueltos, espacios vacíos, puntos abiertos por donde penetran el frío y la corriente.
Mi hijo tiene que ser más que el del vecino. Si no corre, que nade, sino que lea antes, y sino que juegue al futbol mejor. ¿Y cuando no lo hace? Me frustro, le pego al arbitro, le grito al niño, le cojo envidia al vecino, me degrado.
¿A donde han ido a parar la sana deportividad y la concordia? Al mismo sitio que la generosidad y la caridad bien entendida supongo.
A mi me produce tristeza el panorama, sobre todo porque tengo una niña y porque lo que veo me gusta entre poco y nada.
¿Lo que digo es que todos tienen que ser católicos? No. Lo que digo es que no podemos perder los valores y tradiciones en que fuimos criados para sustituirlas por la nada.
Europa se construyo en el marco de la religión Judeo Cristiana, y no deberíamos apartarnos de aquello que nos hizo crecer. No hace falta ser religioso para conservar las tradiciones, valores y moral de nuestros mayores.
Solo una pregunta que lanzo al aire: ¿Sois más felices ahora compitiendo con todos los que encontráis, o cuando de pequeños bajabais a jugar a la calle y no teníais ni balón?
MAGINIFICO
ResponderEliminarQue acertado!!!y que triste la realidad a la que alude!!!!
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