Tras la llamada Revolución de Octubre del treinta y cuatro España era como un polvorín a punto de estallar. Los posicionamientos se radicalizaron más si cabe, y muchos Españoles, comenzaron a atisbar y denunciar la peligrosa deriva que los acontecimientos iban tomando. Desgraciadamente los antagonismos eran tales, que ya nadie supo o quiso, dar un paso atrás.
La represión posterior a la Revolución de Octubre tampoco ayudó. Por un lado se hizo más profundo el abismo existente entre izquierda y derecha, y por el otro, las propias derechas comenzaron a dividirse.
23 de enero de 1935 D. José María Gil Robles (*1), provoca la primera crisis parlamentaria con una carta; pero la crisis puede calificarse de parcial e insignificante ante lo que vendrá.
29 de marzo de 1935 , se aprueba en el Consejo de Ministros el indulto del cabecilla González Peña (*2), lo que provoca el abandono del gobierno de los tres ministros “cedistas” .