Sobre la frivolidad que de tanto caer, ya cala hasta los huesos...

Creo que ya os he dicho que me gusta mucho el cine, pero no me considero cinéfila. Con el séptimo arte me ocurre como casi con todo; me gusta lo que me gusta, y lo que no, no lo trago. Con esto quiero decir, que me importa un bledo si hay películas en blanco y negro que son el sumun del arte, que Wes Anderson y sus marcianadas me dan igual, y que cuando dicen que una película ha ganado el festival de Cannes, procuro no verla por principio.
A mi me gusta el cine como concepto, ir a la sala, oler a palomitas, comprármelas, sentir la emoción previa a la proyección y disfrutar el espectáculo, que a ser posible debe entretenerme porque para tristezas, las mías.
Antes iba mucho al cine, hasta dos veces por semana, eran otros tiempos para mi. Ahora me conformo con ir tres veces al año, y aunque a veces lo hecho en falta, otras pienso que tampoco me pierdo tanto.
Mi amiga "cote"( más amiga ya de mi hija), me regala todos los meses una revista de cine, y leyéndola esta semana me encuentro con el motivo de esta reflexión cinéfila.
Una de las Reinas de la comedia Americana, (para algunos porque yo no la trago), Lily tomlin, estrena una película definida en la revista como: "Comedia gamberra a medida de la actriz", "una abuelita lesbiana y fumeta que emprende un viaje junto a su nieta embarazada para conseguir los 600 dólares que necesita para abortar".
No sé si hace falta que desarrolle mi post o ya con lo escrito basta.
Lo primero que me preocupa es el concepto comedia. Me parece que "evolucionar" hasta el punto de encontrar gracioso que tu abuela sea lesbiana, es un tanto disfuncional. ¡Que no se me soliviante el lobby gay! pero seamos claros, te puede tocar en suerte una abuela, que cansada de fingir, y tras una vida que no fue la que quiso vivir, decida salir del armario. Si la quieres la seguirás queriendo, es obvio, ¡pero carajo! ¿van a decirme que tiene gracia ? pues no la tiene, porque su salida del armario, probablemente, producirá en ti una ola de sentimientos como: ¿lo seré yo también?, ¿me mintió mi abuela toda la vida?, que vida tan triste la de mi abuelo, o quizás un lacónico y cinéfilo, "nadie es perfecto".
Lo de fumeta ya no lo paso, soy antidrogas y me niego a que hagan pasar por divertido o trivial, los efectos de algo que ocasiona tantos problemas, que esta detrás de la mayoría de los casos de maltrato a mujeres jóvenes, y que en el futuro, va a hacer que no podamos pagar a todos los psiquiatras necesarios para tanto tarado y esquizofrénico. Me gustaría que algún médico hiciera el estudio sobre cuantos de esos problemas en niños y embarazadas, no provienen precisamente de la laxitud con la que el tema de las drogas se trata en este país, y con la permisividad de la sociedad ante algo tan perjudicial.
Lo de la nieta embarazada es otra historia. En pleno siglo XXI el SIDA en España está creciendo. Por lo visto los jóvenes más sexualizados e informados de la historia, no tienen aprecio por la gomita y prefieren infectar a diestro y siniestro. Lo de los hijos pecata minuta, "se lo quitan", como dicen ahora, que equivale semánticamente al que va al medico a sajar un quiste de grasa.
No voy a entrar en el tema del aborto, creo que es un derecho de la mujer, pero creo en la prevención y en caso de no tenerla, en el apechugue, que consiste en tenerlo y si no se puede conservar, en la adopción. Esta es mi postura personal, que nace de mi humanismo y mi cristianismo y que no pretende ser intransigente pero si responsable.
La frivolidad de todo el texto y frases como "nosotras parimos, nosotras conducimos", que igual pretendía ser graciosa, me han llevado a preguntarme varias cosas: ¿Dónde están las feministas de hoy en día, y por que luchan exactamente?, y ¿realmente alguien encuentra cómica la premisa de esta película?
Desde el punto de vista de la moralidad, los valores están trastocados. Ni la abuela es mejor por ser lesbiana, ni por ser una drogadicta, (por cierto, ¿no protesta el lobby gay feminazi por esa caracterización patética?), ni por ayudar a su nieta a abortar. La nieta no mola más por aceptar la condición de su abuela y tomar "la madura decisión" de quitarse un problema de en medio que podría haber evitado.
Desde el prisma de la mujer me parece aberrante todo. ¿Para que un hombre haga una película así perdieron la vida las sufragistas?, ¿no tenían más guiones sobre amigas frustradas de resaca en las Vegas?
Desde el punto de vista económico comparando lo que cuesta una caja de preservativos, con los 600 dólares del aborto, creo que le hubiera salido a cuenta.
Desde el punto de vista social me inquieta que la banalidad y la insustancialidad, hayan calado tanto como para que todo se trate como un circo sin más profundidad que la de un charco.
Podría seguir, pero no lo haré, creo que cada uno debe valorar el hecho de que se aúnen temas como: familia, drogas, sexo y aborto, bajo el epígrafe comedia.
Seguramente alguien que lea esto me acusara de falta de sentido del humor, y se equivocaría, porque tengo mucho, pero creo que permitir banalizar sobre ciertas cosas es un crimen comparable a una mujer que vi la semana pasada, sacando fotos a las lapidas del cementerio para compartirlas en un grupo de whatsapp...
Como colofón cinéfilo hoy se celebra el día de los inventores, es tal día como hoy, en honor al nacimiento de una actriz de vida singular, Hedy Lamarr. Os invito a que escribáis su nombre en el buscador y leáis sobre su vida que daba para un guión de película, y que espero que si la hacen, no sea calificada de "comedia gamberra" sino de "drama humano con tintes surrealistas sobre una mujer tan inteligente como bella, que lucho por encontrar su destino y gracias a la cual, tenemos wi-fi"