lunes, 30 de noviembre de 2015

Disney y sus culebrones para niños

Ayer fuimos al cine con Audrey a ver "El viaje de Arlo". Lo primero que quiero hacer es un warning a los padres. Pixar ha sido comprada por Disney, y por desgracia, ya no se puede ir a las películas con la tranquilidad de antaño. Por lo visto las viejas costumbres nunca mueren, y así como destrozaron mi infancia con el maldito Bambi y su madre muerta, ayer hicieron llorar a mi hija con el papa de Arlo. No se por que narices se empeñan, en que para aprender una lección de la vida, tienen que matar a tus padres. Lo único que hacen es crear traumas a niños muy pequeños, que en muchos casos gracias a Dios, no se les había ocurrido que perder a sus progenitores fuera una posibilidad. ¿para que prepararles para algo que igual no ocurre hasta que sean muy mayores? ¿tiene sentido hacer llorar a un niño que ha ido al cine a divertirse?
Dicho esto que me encantaría escupirles en la cara a los animadores y creativos de la factoría Disney, si ello sirviera de algo, paso al motivo del post, que pese a mi arranque no era tanto quejarme de la película, como ensalzar el corto previo a la misma.
Antes de la emisión de la película los de Pixar, nos pusieron su ya mítico y esperado corto previo. Suelen ser pequeñas obras de arte, pero el de ayer me emociono especialmente. Creo que era una joya de la sensibilidad, y por eso me gustaría comentarlo.
El animador Sanjai Patel, en una pequeña pieza autobiográfica, de hecho al final aparece en una foto con su padre, nos ofrece un fragmento de algo bello; lo extremadamente difícil que es ser padre, y lo complicado que es ser hijo.
En este corto un niño y su padre descubren que ambos, de modos diversos están buscando la espiritualidad. Por caminos diversos los dos aspiran aun Dios bueno que los proteja y los guíe, y gracias a eso, consiguen entenderse el uno al otro, y sintonizar el mismo canal. Cuantas veces un padre y un hijo que no se entienden, no lo hacen porque viven el mismo sentimiento de modos diversos.Cuantas veces un padre se frustra porque trata de mostrar un camino que sabe que es bueno a su hijo, y se desespera cuando le ve corretear por otros senderos, pero también es verdad, que muchos de esos senderos, conducen al final al mismo lugar, y que quizás podrían hacer el viaje juntos.
Una pequeña maravilla tanto visual, como espiritual. Hermosos esos Dioses hindúes convertidos en superhéroes que alejan el mal mediante el tañido de una campana ritual. Un corto que demuestra que para llegar al corazón, no hace falta escarbar en emociones negativas, ni matar a un padre, ni mostrar una madre extenuada, se puede llegar desde la inteligencia y la sensibilidad. ¡A ver si los de Disney se enteran!
Un apunte final que me viene a la cabeza hablando de superhéroes y Dioses.
La gran victoria de los violentos es hacer que tengamos miedo. Hay momentos de la historia, donde un gesto vale más que otras cosas, aprecio enormemente el del Papa Francisco visitando África. Hay que ser muy valiente para no siendo estúpido, vestirse de diana blanca en mitad de la violencia. Un gesto que no se si ha sido apreciado por todos en su justa medida, pero que a mi, me ha inspirado. En silencio ha desafiado al terror gritándole como Saruman al Balrog en el abismo de Moria, "no te tengo miedo, estoy aquí", y estoy segura que se ha levantado de ese abismo fortalecido en su fe. Al menos yo así se lo deseo.














2 comentarios:

  1. Al igual que otras veces que la leemos y meditamos sobre el contenido. Encontramos un verdadero trasfondo que va más allá del bueno o malo, caemos en la idoneidad. En este caso, de una película equivocadamente enfocada a un público infantil. En otros: una actitud o comportamiento asocial de un niño hacia otros. La sociedad acomodaticia o bien pensante, cae en el tópico de sobreprotección o realista del niño. Ud. profundiza mucho más. ¿Es acorde a la capacidad receptiva – interpretativa del niño esa situación expuesta? Lo mismo que no es normal la agresión sufrida por su niña en un parque. Su “trauma” y la mama de Banby, nosotros la padecimos con el elefante Dumbo.
    Siempre es grato leerla y leer los comentarios que recibe. Ignorando su identidad, si podemos apreciar su proyección en eso que los cool persiguen tanto, que es el destacar, en su caso lo consigue por méritos propios. Continúe y que esa su pequeña hija siga sus pasos en lo equidad de conceptos.

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  2. Agradezco mucho su comentario porque ese era el sentido de este blog: reflexionar. Creo que la sociedad moderna vive muy rápido y piensa poco, todo tiene la profundidad de un charco, y creo que no pensar nos hace muy vulnerables.
    Mi identidad la mantengo en el anonimato en lo posible, porque vivo en una ciudad pequeña y tengo una hija que bastante trabajo tiene con convertirse en una persona de provecho.
    Siento mucho lo de Dumbo, yo me libré porque ya no quise ir a verla.

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