He estado perezosa para escribir porque en el cole me ponen deberes. Entre las clases, el ballet y lo de las letras estoy cansadísima. Por eso no os había contado lo bien que me lo pasé el puente pasado, y por lo visto, la semana que viene tenemos otro de cinco días.
El puente pasado estuve en casa de mi amigo Herminio. Me lo pasé mejor que bien, porque además hubo muchísimo sol y calor, y corrí por el jardín un montón. Hice carreras con: la abuela, mamá y papa. Corro que me pelo. Lo único que no pude jugar con los perros porque están muy grandes. Los pobres se quedaron en su casita mientras yo corría, pero espero que no se hayan enfadado por eso.
En natación me sigue yendo genial. Me gusta muchísimo nadar y por lo visto lo hago rápido. Dice mamá que ella era muy lenta cuando era de mi edad. Me hace gracia pensar que un día fue como yo.
En el colegio este año estoy más contenta, lo único que a veces me cansa ir todos los días con la falda del uniforme. Me aburre repetir las mismas cosas todos los días. Dice mi profe de inglés que se mucho y que lo hago muy bien, lo que peor se me da es escribir. Escribo bien, pero me aburro repasando letras y les cambio las formas. Me dice mamá que disimule y haga lo que me mandan, y que luego escriba como me de la gana, que por cierto, es lo que ella hacia en el cole. A ver si le hago caso, porque sino, no voy a conseguir que me pongan buena nota en eso.
Con mi paga me compré el nuevo álbum de cromos de Yokai y estoy coleccionándolos. Me divierte cambiarlos con mis amigos, aunque por ahora, solo colecciono yo y se los regalo.
El otro día una niña mayor me contó una historia de una muñeca asesina, y por la noche no podía parar de llorar del miedo que tenía. Dice mamá que es de tontos ver cosas de miedo si te dan miedo, así que voy a hacerle caso y cerrar los oídos fuerte cuando me cuenten cosas de esas. Pero veo yo que hay mucha niña mala suelta ¡como si no lo supiera ya!
Hoy voy a comprarme un fantasma de plástico para decorar nuestra fiesta de Halloween. A mamá y a mi nos encanta ese día y damos una merienda. Ponemos cosas divertidas como arañas de gominola, y yo me pinto la cara y como todas las chucherías que quiero. Falta solo una semana ¡que emoción!