¡Ayer me ocurrió algo extraordinario!, por fin encontré gente que hablara mi otro idioma. Ya sabéis que papá me habla en otra cosa, creo que es Francés, y que yo nunca escucho a nadie, aparte de a los pingüinos de Madagascar en la tele, que lo hablen. Pues ayer, vinieron tres que lo hablaban. Resultaron ser algo de papa, familia creo, pero el caso es que por fin conseguí decir algunas cosas sabiendome plenamente comprendida. ¡Me dio una alegría!. Por lo demás lo pasé estupendo. Conseguí que me llevaran al parque dos veces, jugué mucho y me lo pasé muy bien.
Lo otro genial que os tengo que contar, es que finalmente entendí, lo que tenia que hacer en la pequeña silla donde me sentaban después de desayunar. ¡Era para hacer caca!, y la hice, fue divertido, porque me senté y sonó una música. Me siento mucho mas realizada ahora que se que hay otras personas que hablan lo mismo que yo hablo y que se hacer mis cosas como los mayores.
Por cierto, de mi virus ya estoy bien, aunque estuve fastidiada y me salieron puntitos rosas en el culin.
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