viernes, 23 de marzo de 2018

De Pascuas a Ramos pasando por Eurovision

   Siempre me ha llamado la atención una manía muy patria, que consiste en criticar al prójimo sin parar  mientes en uno mismo. Hace unas semanas todos los grandes de la radio y la tele, - lo de grandes por conocidos porque la mayoría no dan para más -, hablaban de como USA debería prohibir las armas. Siempre me hace gracia el narcisismo de unos pocos, que piensan que tienen línea directa con la Casa Blanca. Como si allí fueran a decir: "¡Fíjate lo que dicen en la sexta, o la Cope! Vamos a cambiar la política ya". Pero lo peor no es eso, sino que ocupadísimos como están por el tema ajeno, no parecen reparar en lo que tenemos encima. Que este país se esta desmantelando es un hecho. Podemos querer verlo, o no, pero ahí está. Ahora es curioso que sepamos tantísimo de la segunda enmienda y tan poco de nuestros propios derechos y obligaciones.


      Que no apoyo la violencia está de más decirlo, pero comprendo que hay un pueblo que se pone tenso cuando quieren tocarle uno de los derechos recogidos en su carta fundacional. Hay pueblos que entienden que cuando se empieza a toquetear, y cuando se permite que los políticos se crean que tienen atribuciones más allá de administrar un poder que les entregamos, las cosas se tuercen mucho. Aquí eso no parece tan claro, y merced a eso, vamos perdiendo identidad y ADN, que es sustituido por: "colectivos", "asambleas", "mareas", "organizaciones civiles", "asociaciones sin animo de lucro"...etc, etc.

       Este domingo es Ramos. Cuando yo era pequeña, y durante muchos años hasta hace poco, era un día especial. Estrenabas ropa, ibas a bendecir el ramo, a misa y luego comías en familia. Los últimos años veo que cada vez somos menos los que seguimos la tradición. Lo de estrenar ropa, tiene más seguimiento, ¡como no!, pero de lo demás: poco o nada. Mi hija tiene una clase el domingo por la mañana, y es la única que no va a asistir. De doce personas, es la única niña que va a ir a bendecir el ramo a la iglesia. Es algo pequeño, pero cuando lo macro pasa a lo micro es cuando todo se va al garete. Eso es lo que nadie parece comprender. 

       Yo siempre había pensado que me importaba España un pimiento morrón. Ciertamente nunca me he sentido identificada con casi nada, y vivo aquí porque no puedo vivir allá, (donde sea). Pero este ultimo año y medio, me ha dado por pensar que soy de los pocos ciudadanos que realmente amaban este país, porque me duele lo que veo, y digo yo, que eso será por algo.

      A veces me siento como el Nexus 6 Roy Batty, y veo cosas que no creeríais. Veo naves de ataque en llamas más allá de Orión, y rayos C brillar en la oscuridad más allá de la puerta de Tanhäuser. Veo como el supremo dice que quemar la foto del monarca es libertad de expresión. Como manipular la muerte de un inmigrante ilegal se convierte en arma política y como pagamos un golpe de estado todos los que lo sufrimos. Amen de la inseguridad que da ir por la calle y que la gente vaya fumando droga como si tal cosa "porque no es mala para nada". Roy Batty se murió después de su genial monologo. Entregó la cuchara y francamente, hay cosas que hacen que uno se lo plantee. 

      Igual pensáis que mi cabreo de hoy surge de todo lo anterior: y si. Pero lo anterior solo es el caldo de cultivo porque el detonante ha sido Eurovisión. Ya sabéis que me declaro Eurofan, y los motivos están en un post del año pasado. Pero mi irritación ya convertida en comezón abrasadora se debe a la pareja que han elegido para representarnos en Portugal. Como seguidora del concurso del que salieron, yo ya no los voté porque veía el percal, pero para variar: solo lo debí ver yo. Ahora se han descolgado con unas declaraciones que son, como poco, bochornosas. Entre las infulas feministas de una y el militarismo recalcitrante y a granel del otro  a mi ya me agotaban, pero ahora me enerva pensar que me vuelve a representar alguien que no está orgulloso de nuestra bandera. Yo que siempre me la he pasado por el forro, ahora me toca defenderla. Lo peor es imaginar que: ella decida salir con pelo debajo de las axilas para reinvindicar "no se que feminismo trasnochado"; o que el otro se ponga un lazo amarillo. Y digo yo, ¿La televisión que les envía y que les ha hecho famosos no la pagamos los ESPAÑOLES? ¿Y nadie tiene algo que decir? Porque para opinar sobre las libertades que amparan las enmiendas ajenas, parecen tener mucho repertorio...

        Como yo soy feliz desde que Israel cambio de idea y decidió seguir en el concurso, y además nos han regalado una joya como Netta y su "Toy", pasaré una buena noche. Pienso disfrutar y emocionarme. Voy a votar a Israel que pasará el corte seguro y rezar para que gane. Pero que penita que una vez más, tengamos que soportar los Españoles de a pie, que se mofen de lo que somos y que nos abochornen de esa manera. Pero como últimamente la excepción se ha convertido en la regla, probablemente todo lo anterior, solo lo piense yo.





         

















         













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