jueves, 28 de abril de 2016

Sentando las bases para el 34

    Esta parte de nuestra historia cercana es bastante árida, y tristemente, quizás por ello no tan "explotada" comercialmente como la vida de los Reyes Católicos. Sin embargo, es esta parte de nuestro pasado reciente, una de las mas interesantes para entender lo que sucede a día de hoy, porque el pasado tiene la curiosa manía de repetirse.

   Voy a recurrir de nuevo a D. Antonio Ramos Oliveira (*8 La parte positiva de la Republica I), para que nos ilustre sobre el ambiente: económico, político y social. Lo hago porque solo alguien de la época puede dar una imagen fiel de lo que estaba sucediendo, ya que me temo que mi propia opinión introduciría un sesgo que no sería oportuno. Siempre es fácil ganar el partido cuando ya han transcurrido los 90 minutos.
         “Los comités radicales de provincias se apoderaron de los Ayuntamientos y Diputaciones. A una gestión de cualquier personajillo lerrouxista, Salazar Alonso ordenaba la destitución de alcaldes y concejales socialistas o republicanos de izquierda. En septiembre de 1934 apenas quedaban en pie media docena de municipios republicano – socialistas. Ni los concejales del Partido Republicano Conservador fueron respetados en sus puestos. Hasta los demócratas – que este nombre se dieron – de Martínez Barrio perdían su representación en las corporaciones públicas; y no era totalmente exacto que se extinguieran los partidos republicanos; era que los aniquilaban desde el poder.
          La contrarrevolución se hizo enseguida presente, con inaudito rigor, en el campo. Aquí era donde más tenía que vengar, acaso, la oligarquía agraria. La amnistía devolvió a la Grandeza las tierras que le fueron expropiadas. A continuación (decreto de 11 de febrero de 1934) se ordenó el levantamiento de los campesinos de las fincas dedicadas al cultivo intensivo, lo que supuso el desahucio fulminante de 28.000 braceros, de ellos 18.000 en Extremadura. Por circular de 16 del mismo mes se suspendió la revisión de rentas de las fincas rústicas y el propietario quedó otra vez en libertad de despedir a cuantos arrendatarios no le satisficieran. Y un decreto de 28 de mayo derogó, en fin, cuanto había legislado la República en punto a jornada de trabajo, salario y colocación obrera en el campo. Los jornales se desplomaron en un 50 por ciento, y hubo lugares donde ya no se trabajó por un salario, sino por la manutención, esto es, por el gazpacho y las migas. Tornó a imperar en el agro el inconmensurable del propietario, exasperado ahora por el espíritu de venganza. No pocos terratenientes volvieron a dejar yermas sus fincas, y es un hecho perfectamente contrastado que si el campesino sin trabajo se le despidió con una frase tan acerba como digna de aquella oligarquía: ¡Comed República! Se le dijo”

 
       Es evidente que las derechas tuvieron un comportamiento muy reaccionario, y como siempre que una fuerza entra en acción, otra le responde con una reacción de la misma fuerza y sentido contrario. La izquierda se hizo mas revolucionaria, pero además ahora había muchos más hambrientos (¡ojo! de los de verdad, no los niños hambrientos de la alcaldesa de Madrid). Como el hambre no entiende de partidos, había en ese grupo personas de todas las ideologías, edades y condición, pero eso no los hacia menos vulnerables a ser prendidos como hojarasca por una pequeña chispa.
 
      Diciembre de 1933, salta un chispazo anarquista que se hizo patente en Aragón, Extremadura y Andalucía. Algunos de los más castigados por los despidos.
Ya dijo D. Indalecio Prieto, (*2, La parte positiva de la Republica I), que el 34 no fue época de moderación. A principios de año en un debate parlamentario hace un discurso claramente amenazador:  “Suprimiremos la propiedad de la tierra. Frente  a la traición, nuestro deber es la revolución…”. Afirmaría entonces Arrarás ,  (*7 La parte positiva de la República III), lleno de razón que: “los Socialistas habían declarado abierto el periodo revolucionario”.
En este marco de violencia verbal, Julián Besteiro Fernández, (*1), realiza ímprobos esfuerzos por lograr la concordia, pero la prensa considera más importante seguir incendiando y agregan más comburente. El periódico El Socialista (*2) ignora a Besteiro y al periódico el Debate y publica:
      “¿Concordia? No, ¡guerra de clases! ¡Odio a muerte a la burguesía criminal! ¿Concordia? Sí, pero entre los proletarios de todas las ideas que quieran salvarse y librar a España del ludibrio. Pase lo que pase, ¡Atención al disco rojo!”
 
        Como no suele faltar el político pirómano, Francisco Largo Caballero (*3), inicia su larga retahíla de amenazas, y lo hace con una clara y peligrosísima incitación a la lucha callejera.
 
        Así estaba el patio: el partido socialista en clara disposición de preparar la revolución, y la derecha asentada en una postura de "señorito chulesco".
 
        Aunque le rompa el corazón a más de uno que se atribuye batallas que no le corresponden, y se apunta muertos que no son suyos, los comunistas no fueron los responsables del llamado "Octubre rojo" Asturiano. Trataron de coordinarse, (ya entonces se les daba mal), y de aunar esfuerzos, pero fue "merito" exclusivo de los socialistas y de Besteiro, que presionó a los líderes de la UGT que permanecían ajenos a los preparativos.
 
         La revolución de octubre se organiza a través de una comisión formada por:  Largo Caballero, Enrique de Francisco Jiménez (*4) y Anastasio de Gracia Villarruvia (*5). En la sombra y tras Largo Caballero se agazapaban ya los cerebros del socialismo: Araquistain (*6), Álvarez del Vallo (*7) y Baraibar.  Escudándose bajo la inmunidad que les otorgaba su condición de diputados, organizaron la adquisición de armas y preparativos. Así . D. Indalecio Prieto (*2, Parte positiva de la República (I)), con la necesaria colaboración del industrial y financiero vasco Echevarrieta Maruri (*9), preparan lo que dio en llamarse el “alijo del Turquesa", en el puerto Asturiano de San Esteban de Pravia”. Esto que no era otra cosa que contrabando de armas, fue descubierto el
10 de septiembre de 1934.
 
          Unos meses antes, en mayo de 1934, con motivo de un debate sobre las actividades económicas de la Dictadura de Miguel Primo de Rivera, Indalecio Prieto, sostiene con Calvo Sotelo,  una discusión que por el fondo y la forma puede considerarse hasta constructiva. Mientras por un lado compraba armas y planificaba una Revolución, por el otro, defendía a Primo de Rivera de un suplicatorio presentado en Cortes para procesarlo por tenencia ilícita de armas. Se dieron cremita mutuamente, pero por desgracia, aquello que hubiera podido hacer que se produjera un entente, quedó en una anécdota, y la corriente en que cada uno viajaba, impidió que aquel "abrazo" germinase. Es terrible pensar que ese instante fugaz, pudo constituir uno de esos puntos de inflexión tan aterradores de la historia, porque quizás, de haber fructificado aquel entendimiento, nos hubiésemos evitado una guerra civil. Ahora escuchando a algunos no lo parece, pero todos tenemos muertos de guerra, y en casi todas las familias de ambos bandos, ¿Qué ideales merecen esas cruces?
  
          A estos problemas sociales y políticos, tenemos que unir el enorme problema regionalista que veníamos arrastrando. Un problema que por su densidad, era demasiado difícil de gestionar para un gobierno tan radical, y con tan poco peso especifico. Ya lo dijo Stephen King: "el pasado armoniza".
 
         El 25 de diciembre de 1933, por fallecimiento de Maciá, había ocupado la Presidencia de la Generalidad, Lluis Companys. Este promulga la Ley Catalana de cultivos, (¡como no! allí cultivan diferente y mejor). Esta Ley chocaría frontalmente con la posición del Gobierno Central. Los casos del Instituto Agrícola y Xammar agudizan aun más si cabe las enfrentadas posturas. Companys y los catalanistas deciden entonces esquivar la ley y sus pautas, y para no incurrir en la desobediencia civil, lo camuflan de "derechos independentistas" y demás rollos patateros. Esto ya lo hizo Enrique VIII que para hacer lo que le vino en gana, se inventó una iglesia, no hay nada nuevo bajo el sol.
La indecisión y debilidad mostradas por el Gobierno Central les envalentonan y, (¡Sorpresa!), deciden hacer causa común con los Vascos que también andaban liados por culpa de su Ley de Vinos. Así que ya tenemos sobre el tapete los dos nacionalismos más fuertes del panorama patrio, esgrimiendo su doble discurso habitual.... y lo que queda...
 
         Primo de Rivera ve bastante clara la situación y en un resumen que hace Arrarás de su carta al General Franco, (ya estamos todos), dice:  “Una victoria socialista es como una invasión extranjera, y la insurrección socialista irá acompañada de la separación probablemente irremediable de Cataluña” 
 
        Cuando uno lee estas cosas y mira el panorama actual, si no tuviera culo y por tanto miedo, podría reírse a carcajadas escuchando al nuevo frente nacional hablando de "nueva política", "nuevos aires" y demás.
 

      Y con este panorama, llegó el terrible Octubre Rojo de 1934...
 
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  (*1)Julián Besteiro Fernández (Madrid, 21.09.1870 – Carmona, 27.09.1940). Licenciado en Filosofía y Letras por la Universidad Central, posteriormente catedrático. Fue un político con marcados claros – oscuros, pero de reconocidos principios y solvencia moral. Sucedió a Pablo Iglesias como líder natural del PSOE y de la UGT, colaboró con la dictadura de Primo de Rivera. Fue Presidente de las Cortes Constituyentes 14.07.1931 – 09.10.1933. Fue el único miembro del Consejo de Defensa de Madrid que no huyo, habiendo tenido posibilidad de hacerlo. Se prestó a ser juzgado en juicio sumarísimo por los sublevados, siendo condenado a 30 años de prisión. Falleciendo en el cumplimiento de dicha pena, en condiciones médico – sanitarias infrahumanas.
 
 (*2) El Socialista. Órgano oficial de expresión del Partido Socialista Obrero Español, de periodicidad semanal. Se editó en la clandestinidad y reapareció en los Quioscos en 1977 (durante la transición), posteriormente pasó por diferentes avatares. Desconociendo en la actualidad si se publica y cuál es su difusión.

 (*3)Francisco Largo Caballero . (Madrid, 15.10.1869 – París, 23.03.1946). Sindicalista y político marxista, dirigente del PSOE y de la UGT. Desempeño el cargo de ministro al frente de varias carteras: Trabajo y Previsión Social, 14.04.1931 – 12.09.1933; de la Guerra simultaneando el cargo con el de Presidente del Consejo de Ministros, 04.09.1936 – 17.05.1937. Al decir de un directo antepasado mío, que le llegó a conocer y tratar: “un incalificable, en pasado, presente y sin futuro”.

(*4)Enrique de Francisco Jiménez . (Alrededores de Madrid, 1878 – México D.F. 27.09.1957). Político socialista, crecido en Tolosa de la que llegó a ser concejal en 1910 por el PSOE. Presidente del entonces fuerte Sindicato del Papel de UGT en Guipúzcoa. Tras su paso como diputado por las Cortes Constituyentes de 1931, y al no renoval el acta en las del 1933, regresó a Guipúzcoa como gerente de la cooperativa socialista “Alfa” de Éibar. Fue también director del Consejo de Minas de Almadén. Formó parte del Comité Revolucionario de la de octubre de 1934 en Asturias. Como furibundo anticomunista en los finales de la guerra civil apoyó el golpe del coronel Casado. Aunque no llegó a formar parte del Consejo Nacional de Defensa.

(*5)Anastasio de Gracia Villarruvia . (Mora – Toledo ,18.09.1890 – México D.F., 14.03.1981) Sindicalista Ugetista, ateo militante, de profesión albañil. Diputado en 1931 por la circunscripción de Toledo, en  1933 por la de Madrid y en 1936 por Granada. Presidente de la UGT entre 1934 y 1936. Ministro con Largo Caballero de Industria y Comercio, 04.09.1936 – 04.11.1936 y Ministro de Trabajo y Previsión Social, 04.11.1936 – 17.05.1937. En el Gabinete presido por el Dr. Negrín fue Comisario General de Armamento. De acuerdo a reseñas escritas por alguien próximo a quien esto escribe:" Se trataba de una persona muy muy inculta, muy irascible y carecía de todo sentimiento que le identificase con la humanidad"

(*6) D. Luis Araquistain Quevedo, (Bárcena de Pie de Concha – Santander, 18.06.1886 – Ginebra,
08.08.1959). Piloto náutico de formación, político y escritor, destacado miembro del PSOE, próximo a los postulados de Largo Caballero y de Tomás Meabe, a los que le unía gran amistad. Fue uno de los representantes por parte del socialismo en la redacción de la Constitución de 1931, gran teórico, claro partidario marxista y del concepto de “dictadura del proletariado”. En el periodo comprendido entre, 11.03. 1932 – 17.06.1933 fue embajador de nuestro país en Alemania, posteriormente y con la sublevación militar ya en marcha, fue embajador en Francia, encargándose de la compra de armas para abastecer al ejército leal a la república. Sucarácter de “revolucionario recalcitrante”, se fue atenuando con los años de exilio , haciéndose famosa su frase: “Para mí ya no hay más que dos clases de españoles: los que quieren hacer las paces de nuestra Guerra Civil y los que no quieren. Para los primeros, mi casa y mis abrazos han estado y estarán siempre abiertos”. La cual habla de su evolución a la social democracia y que le acarreo igual número de amigos que enemigos.

(*7) D. Julio Álvarez del Bayo, (Alrededores de Madrid, 26.01.1891 – Ginebra 03.05.1975). Dada la manifiesta animadversión despertada por este personaje en el ámbito familiar, tanto en esta reseña, como en aquellas referencias que tenga que hacer con respecto a él, procuraré ser lo más escueta e imparcial posible. Licenciado en Derecho por Madrid y Dr. por Valladolid. Fue destacado militante del PSOE y en el exilio radicalizo sus posturas, siendo expulsado de dicho partido, en comunidad con el Partido Comunista de España (PCE) creó la Unión Socialista Española (USE), pasando a integrarse en el (FRAP), Frente Revolucionario Antifascista Patriota, grupo terrorista, que dirigiría desde su fundación a principios de 1971 hasta su fallecimiento en 1975.
Independientemente de haber sido embajador en México, Fue Comisario General del Ejército, Ministro de Estado. Él organizó el traslado a Suiza del patrimonio museístico nacional. Por último fue readmitido a título póstumo de nuevo en el PSOE, en compañía de otros personajes de sus mismas características.

 (*8) D. Carlos Baraibar Espondaburu (Betoño - Álava, 11.08.1895 – Santiago de Chile, 01.07.1972). Por idénticas circunstancias que el anterior. Me limito a facilitar datos que permitan acercarse a su persona, y por tanto juzgar por uno mismo sin que yo tenga que opinar.
En origen nacionalista vasco, posteriormente miembro del PSOE rama “Largocaballerista”. Tras su nefasta intervención en la organización de la Revolución de 1934, pasó a considerarse, poco menos que diplomado de Alto Estado Mayor, asumiendo entre otras  responsabilidades la de sublevar a favor de la República las “cabilas rifeñas” en plena guerra civil. Con total carencia de formación, sustituyo tras la ”caída” de Málaga al general Asensio. Dos fracasos estrepitosos a unir a su ya fracasada vida. Según informes dignos de todo crédito, a través de la embajada española en Bs. Aires se ofreció al agregado naval, para espiar a la colonia española a cambio de dinero.

 (*9) Horacio Echevarrieta Maruri, (Bilbao, 12.09.1870 – Baracaldo 20.05.1963). Industrial, financiero, espía y un largo etc., su vida y obra real o adjudicada daría para escribir una serie tan voluminosa como la Enciclopedia Espasa. Posiblemente en otro momento se haga una semblanza aproximada de las luces y sombras de este Personaje tan polémico. A él se debe la construcción de nuestro Primer Embajador el bergantín – goleta de cuatro palos “Juan Sebastián Elcano”.

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El texto y la investigación que subyace pertenecen a Audrey y yo. Si vas a usarlo, cita la fuente




















 

6 comentarios:

  1. Muy distinguida Joven:
    Una vez más observo lo atinado de su cronológico desarrollo histórico. La aproximación que hace a los infortunados acontecimientos de octubre de 1934, es magistral. No menor la de los personajes intervinientes.
    Creo que próximamente, estaré en disposición de contactar con sus Sres. padre y tío, ya que, hace muchos años, intervine como secretario de un tribunal examinador del primero de los dos. Fue a finales de los sesenta en la Universidad de Santiago.
    Mis sinceras felicitaciones por su labor de recopilación y puesta en valor del patrimonio histórico – cultural familiar, y por esa su capacidad narrativa.

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    1. Dicen que un historiador tiene algo de detective, y veo que con usted, esa premisa se cumple.
      El 34 es un año donde eclosionan muchas de las tensiones que habían ido acumulándose los años precedentes. Los grandes hechos que cambian la historia de un país, no se producen de un día para otro, y ni siquiera son fruto de grandes cosas, sino de una miríada de pequeños momentos. Eso es lo maravilloso de mirar atrás, que uno puede conectar los puntos.
      Gracias como siempre por leerme y por su amabilidad.

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  2. Magnifica cronología, excelente relato, atinadísimo calificativo de dos personajes.
    Continúe Ud. que es un placer seguirla en algo tan serio y tan real.

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  3. Muchísimas gracias por leerme y por sus apreciaciones.

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  4. Chamaca, de ese mismo puerto zarpo el yate "Vita", que tiene ese puerto?. Cuando me llega a él.
    Un besito para la Chamaquita, para U. un saludo, y uno muy grande para el Abuelón. Nuestro muy querido Comandante.

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  5. No se me inquieten que tengo presente lo del Yate, pero la historia tiene un camino y hay que ir pasito a pasito.
    Muchas gracias por leerme y por su cariño.

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